Netflix estrena serie ‘el robo del siglo’
Desde hoy, el mundo vivirá el tan esperado estreno de la serie ‘El Robo del Siglo’, por Netflix, el cual está basado en los hechos ocurridos en Valledupar en 1994, cuando un grupo de ladrones se llevó $24.000 millones de la sede en esta capital del Banco de la República.
Aunque los más jóvenes desconocían el suceso hasta ahora, son muchos los vallenatos que tienen en la retina aquel momento que marcó la historia delictiva del país, y por supuesto, de la capital del Cesar.
Es el caso del vallenato Alexander Mora, quien vivió de manera “traumática” aquella situación de hace 26 años. Recuerda Mora que por su labor como visitador médico le tocaba viajar regularmente y manejar dinero en efectivo. Precisamente esto último le ocasionó problemas en sus negocios por fuera de la ciudad.
“Lo viví de una manera traumática porque lo más difícil era que me tocaba estar saliendo de la ciudad, y en las demás ciudades te decían: ‘viene de Valledupar, ya viene con billetes falsos’. Prohibieron la circulación de algunas series que alcanzaron a editar, entonces tenía uno que cargar la lista de denominaciones en el bolsillo. Tener ‘billetes vallenatos’ era un peligro”, recuerda el hombre que hoy tiene 55 años.
Incluso, asegura que al comercializar con grandes cantidades de dinero de los famosos ‘billetes vallenatos’ lo llevó a estar cerca de verse involucrado en algún lío jurídico.
“Tuve bastantes dificultades con bastantes billetes que me devolvieron, ya entonces creían que uno estaba involucrado en el robo, y en esa cantidad de dinero muchos eran de las denominaciones prohibidas, sin uno saberlo. En ese entonces el que cargaba bastante billetes, ya lo iban a involucrar”, recuerda Alexander.
ASÍ FUE EL ‘VERDADERO ROBO DEL SIGLO’
El original Robo del Siglo, inició a las 6:15 de la mañana del domingo 16 de octubre de 1994, cuando un grupo de hombres ingresó al Banco de la República en Valledupar para cometer el que es, hasta hoy, el robo de dinero en efectivo más grande de la historia del país. Alrededor de 30 personas se robaron 24.072 millones de pesos en una acción que se planeó durante varios meses.
Según Hernán Gutiérrez, escritor del libro ‘Ingenio y pobreza, el robo al Banco de la República de Valledupar’, “los ladrones se radicaron en Bosconia, al noroccidente de Valledupar, desde donde cada día trabajaban en la evaluación del calibre que debían utilizar para perforar las bodegas, configuración de cámaras y la participación de guardas de seguridad, agentes de la Policía y evaluación de posibles retos durante el asalto”, como relató a El Tiempo.
En aquella entrevista, Gutiérrez cuenta que antes de entrar tuvieron dificultades, porque uno de los vehículos, un Dodge 300, se apagó y durante varios minutos estuvieron bajo la tensión de no cumplir con el horario establecido, que inicialmente era de ocho a nueve horas. “Cuando se apagó el vehículo tuvieron que pedir ayuda a personas que transitaban por la calle ese día. Tras varios intentos pudieron ingresar y se dio inicio al asalto”, contó Gutiérrez.
La edificación, hoy centro cultural –ya no funciona el banco-, cuenta con cuatro plantas y está ubicada en la calle 16 con carrera 9.
“Los ladrones no violentaron ninguna de las puertas de entrada y según los inspectores de protección en aquel entonces, no notaron nada anormal por las pantallas de televisión ubicadas en el segundo piso y desde donde se accionaban las puertas de entrada a la edificación”, dice el informe de El Tiempo.
Solo se violentó la bóveda principal, instalada en el sótano, con equipos de soldadura autógena y seis cápsulas de oxígeno, elementos que ingresaron en el mismo camión de color rojo.
La idea era sacar unos 3.000 millones, pero una vez abierta la bóveda los asaltantes contemplaron la cantidad repartida en billetes de 2.000, 5.000 y 10.000 pesos. Era algo superior a lo que esperaban. En la actualidad, esa cifra equivaldría a 161.000 millones de pesos.
En total, fueron unas 18 horas de trabajos en el interior de la bóveda 2 del Banco de la República. Pasada la medianoche del lunes festivo 17 de octubre, los asaltantes salieron del lugar en el camión rojo por la puerta principal con la suma mencionada envuelta en paquetes sellados con plástico.
Tras la inspección de la bóveda por miembros de la Fiscalía, se encontraron 23 botellas de oxígeno (17 de 60 libras y 6 de 40), una botella de acetileno, más de 35 metros de cable trifásico, dos compresores de aire, un extractor de aire, un mazo, un par de guantes quirúrgicos, un barretón, destornilladores, pinzas, llaves de tubo, alicates y plásticos negros.
Según cuenta Gutiérrez, al ver que en la noche del 16 de octubre no salía nadie del banco, uno de los policías que sirvió de cómplice se desesperó a tal punto que corrió a contarle a su mamá lo que había hecho. Los primeros en hablar del robo fueron los agentes implicados.
Según las investigaciones, los asaltantes se reunieron en la colchonería Colchoflex, en Valledupar donde se realizó la repartición del dinero. Sin embargo, era tanto el dinero que algunos colchones fueron rellenados con billetes.
Por este atraco hubo 21 personas sentenciadas por haber participado en el ilícito y 40 más fueron sentenciadas por delitos como la receptación (distribución del dinero). Las condenas no superaron los 20 años de cárcel.
El robo generó un caos financiero. El banco pronto informó que de los 24.000 millones de pesos robados, 18.560 millones correspondían a billetes sin emitir, es decir no tenían valor real, y publicó el número de series para que nadie los recibiera. La gente, en chiste, comenzó a hablar de ellos como “los billetes vallenatos”.
No obstante, los ladrones habían sido más rápidos: compraron cosas que luego revendieron, canjearon el dinero por dólares e incluso vendieron los billetes de 10.000 a 7.000 pesos. Pronto quedó claro que el dinero robado ya estaba circulando y las autoridades tuvieron que autorizar a los bancos a reembolsar a quienes lo habían recibido de buena fe.