Diario del Cesar
Defiende la región

¡Volvió a temblar en Valledupar! 

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POR NINOSKA REYES URDANETA 

“Sentí que se me movió la cama, entré en pánico y de inmediato salí de mi habitación para saber que ocurría. Ha pasado muy seguido, ya los temblores se están haciendo costumbre en el departamento del Cesar, debemos orar y pedirle a Dios que estas situaciones difíciles pasen cuanto antes”. 

Así fue el testimonio de Paola Andrea Vergel, una estudiante universitaria de Valledupar, luego de vivir un nuevo movimiento telúrico en el municipio la madrugada del lunes.

Comentó que apenas se acostaba cuando sintió que todo se movió; no fue tan fuerte como otros, pero igual causó temor, es necesario prestar atención a estas situaciones que se piensa pueden ser de las altas temperaturas que durante los últimos días se han registrado en esta localidad.

En menos de un mes, un nuevo movimiento sísmico afectó la tranquilidad de los vallenatos. A las 2:50 de la madrugada de este lunes  un temblor de 2.9 grados de magnitud, despertó a más de uno en la capital del Cesar, sin dejar daños ni novedades que lamentar.

Según el Servicio Geológico Colombiano, el sismo se registró a una profundidad menor de 30 km, con epicentro en Valledupar. También se sintió en el municipio de Pueblo Bello y en La Jagua del Pilar en el departamento de La Guajira. A pesar de que fue un sismo leve, desde el mismo momento en que se registró en las redes sociales muchos usuarios reportaron la novedad.

Este sería el tercer temblor que se registra en la ciudad en menos de un mes. El más reciente fue el 21 de julio, de 5.4 de magnitud, llegándose a sentir en los departamentos del Cesar y La Guajira.

Según lo ha manifestado Detmer Pitre, ingeniero geólogo, en Colombia es un país geológicamente activo, ya que convergen varias placas tectónicas que son las que generan estos movimientos en la tierra.

En el Cesar ninguna zona está exenta a que ocurran estos fenómenos naturales. Algo bueno que se tiene el Cesar es que registra una amenaza de intermedia a baja; a diferencia de la región andina y pacífica que la amenaza es alta por su cercanía al cinturón de fuego.

“Aquí pueden ocurrir sismos, pero no con la magnitud e intensidad de catástrofe que se generan en las otras regiones geológicamente vulnerables”, explicó.