Diario del Cesar
Defiende la región

La comunidad se debate entre la estigmatización y el miedo

369

POR:

NINOSKA

REYES URDANETA

Una situación nada rutinaria viven los habitantes de Ciudadela 450 Años en Valledupar, donde el diagnóstico de 81 casos de Covid-19, los ha sumido en un ambiente en el que la lucha no solo es contra el virus, sino contra la estigmatización, el miedo y la poca credibilidad hacia las pruebas aplicadas en la zona.

Acorralados, pero a la vez aislados, se sienten más de 11.000 habitantes que componen uno de los barrios más grandes de Valledupar. El transporte público se neutralizó y por si fuera poco, las personas están siendo despedidas de su trabajo, o simplemente no son contratadas, por ser habitantes del lugar catalogado como foco de infección del coronavirus en la capital del Cesar.

“Auxilio, nos sentimos abandonados, nos han desacreditado y es un gran daño que le han hecho a la población, los 450 Años es visto por los vallenatos como el nido del Covid-19 y eso no es tan verídico como lo afirman las autoridades, dijo Islet Barleta, vecina afectada, quien junto a otros ciudadanos elevaron a las autoridades la queja de buscar alternativas a la población, que asegura el contagio no es masivo como lo están haciendo ver.

Dijo que han acabado con el barrio desde el punto de vista económico y social, la empresa Coosalud EPS, hizo unas pruebas mal hechas, y ahora la población es la que está sufriendo las consecuencias.

La comunidad aprovechó, durante la mañana de ayer, la presencia de las autoridades de salud en el lugar, y con tapabocas, guantes y elementos de bioseguridad, salieron a pedir que las pruebas sean repetidas y dejen de señalar el sector como un foco donde el virus ‘baila’ por todos sus rincones.

“Lo que está sucediendo aquí puede pasar próximamente en todo Valledupar. Seremos ejemplo de un plan piloto para salir del Covid-19, pero exigimos que se repitan las pruebas entre la comunidad. Tampoco es posible hacer un cierre sin coordinación, porque primeramente se debe garantizar la seguridad alimentaria a las familias”, afirmó César Escobar, habitantes del barrio.

Liliana Parra, madre de una joven de 19 años diagnosticada con el virus, manifestó su preocupación, y rechazó el trato que su hija ha recibido por parte de quienes se encargan de monitorearla.

“A mi casa llegaron los representantes de salud informando que mi hija era positivo para el virus, no me entregaron ninguna certificación y tampoco fue revisada por los médicos; solo le pidieron que se aislara mientras entre los vecinos vociferaban que se alejaran, que en el lugar estaba presente el coronavirus. Me la estigmatizaron y no es justo”.

Jhon Jairo Arteche Tarazona, dijo que con respecto a que muchas personas están irrespetando la cuarentena, es producto del abandono de las autoridades. La mayoría de los habitantes del sector, trabajan de manera independiente y encerrarse a esperar que lleguen las ayudas, es misión imposible.

PERDIERON SU TRABAJO

Una de las graves consecuencias que ha dejado este panorama de contagio en Ciudadela 450 Años, es la pérdida de muchos puestos laborales, tal es el caso de Maleidis Aliso, quien aseguró que debía presentarse a laborar en una tienda en el centro de la ciudad. “Me avisaron que no podía acercarme al lugar por el riesgo que represento al ser habitantes del barrio, donde más casos hay de Covid-19”.

Destacó que no es justo que se esté desprestigiando el barrio. Si hay personas que no acatan la cuarentena, no tienen que calificar el sector como un peligro donde no hay control sobre la enfermedad.

Rafael Brochero, albañil de profesión, indicó que perdió el contrato para trabajar al indicar que era residente de los 450 Años. “Exigimos a las autoridades que definan las acciones a seguir con el barrio, porque ya el daño está hecho y hay que buscar soluciones. No nos estamos enfrentando con las autoridades, solo queremos respuesta porque nos sentimos solos para conseguir el sustento de nuestras familia; yo tengo tres meses sin laborar y ahora no puedo buscar trabajo por la estigmatización a la que nos someten”.

Brochero se unió a la petición de sus vecinos, en la aplicación de pruebas confiables que le den tranquilidad a las personas que hoy dicen son positivos.

PERSONERÍA EJERCERÁ CONTROL

Silvio Cuello Chinchilla, personero de Valledupar, manifestó que la situación en el barrio es muy compleja, primeramente porque sus habitantes están siendo estigmatizados en el municipio, hasta el punto de negarles el transporte público en taxi o motos.

Por tal motivo, el Ministerio Público se trasladó al lugar, para escuchar las quejas y canalizarlas a través de las autoridades municipales como la ayuda en salud y auxilio alimentario, ya que afirman no poder cumplir con el aislamiento sino cuentan con el sustento para su familia.

Se está realizando un censo, primeramente de las familias donde se registren casos positivos de Covid-19, para verificar sus condiciones y gestionar las ayudas; además de realizarles una contramuestra, porque la comunidad perdió la credibilidad de la EPS encargada de aplicarlas.