Diario del Cesar
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Vallenatos recibieron la bendición de las palmas

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Desde cada uno de sus hogares, los fieles católicos de Valledupar recibieron la bendición de las palmas durante el Domingo de Ramos, como símbolo de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.

El Domingo de Ramos marcó el fin de la cuaresma y el inicio de la Semana Mayor, la celebración más importante para la feligresía católica. Es una fecha en la que se acostumbra ir a la iglesia y realizar una concurrida procesión con ramos, dadas las condiciones sanitarias actuales, este año ni pudo ser.

De manera inusual, la feligresía de Valledupar vivió desde la habitación, sala o corredor de su vivienda, las eucaristías para celebrar la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén; pero además recibieron la bendición de las palmas a través de las redes sociales por las cuales fueron transmitidas las misas por parte de la Diócesis de Valledupar.

Rita Díaz Oliveira, habitante del barrio Cañahuate de Valledupar, vivió el Domingo de Ramos desde su casa, sentada en la sala y a través de su teléfono celular. Tomó una palmera de la que adornaban su terraza  recibió la bendición con la misma fe que lo hacía en el templo.

“Fue una sensación rara, pero sentí la Palabra de Dios en lo más profundo de mi corazón, pedí con fe salir de esta situación que agobia a la humanidad, que el virus se aleje y empecemos a tener una vida normal sin limitaciones”, afirmó mientras acomodaba su palma bendecida en la puerta de su residencia.

Igual experiencia tuvo Reinaldo Ochoa Luna, vecino del barrio Primero de Mayo, quien junto a sus hijos escuchó la eucaristía desde la sala de su vivienda. Extrañando aquella procesión donde se ondeaban las palmas, mientras Monseñor la bendecía, Reinaldo y su familia vivieron a plenitud la eucaristía. “No es fácil adaptarse, pero esta situación es una obra de Dios y él mismo será quien nos saque de ella, obedeciendo sus mandamientos y vivir desde la espiritualidad una iglesia viva que hoy está más presente que nunca en los hogares de Valledupar”.

El padre Doriam Rocha, párroco de la iglesia Inmaculada Concepción, insiste en que la feligresía debe ver con otros ojos esta situación, hay que tener misericordia, lograr la conversión hacia Dios, perdonar y no perder las esperanzas. “Todo pasará, el Señor no se equivoca, pronto pondrá las cosas en su lugar, oremos todos juntos y llenemos el corazón de fe”.