Diario del Cesar
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Hospitalizado de urgencia ´Garavito´, el violador de niños

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Se encuentra La Tramacúa pagando una larga condena.

Altamente custodiado por guardianes del Inpec, al Hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar, fue ingresado ayer Luis Alfredo Garavito Cubillos, alias ‘Garavito’, por problemas de salud.

Desde el Instituto Penitenciario y Carcelario de Mediana y Alta Seguridad de Valledupar el arribo al centro asistencial lo hizo a eso de las 3 p.m., en un carro de placas OLO-882 debido a que presenta anemia y llegó ‘pálido’, por lo que inicialmente fue ingresado a la sala de urgencias, donde los galenos indicaron que debía ser canalizado.

Seguido a esto, el violador fue llevado por los guardianes hacia el quinto piso de ese mismo centro médico para que el internista lo valorara y le hiciera algunos exámenes para verificar su estado de salud.

“Este hombre llegó con una impresionante seguridad al hospital, nadie sabía de qué se trataba hasta que lo vimos bajar el carro del Inpec. Lo que se dice hasta el momento es que presenta anemia y será tratado”, explicó un funcionario del Hospital Rosario Pumarejo de López, quien por seguridad no quiso revelar su identidad.

Además se conoció que Luis Alfredo Garavito pasó la noche en el centro de salud debido a que quedó hospitalizado hasta que un especialista de los resultados de los exámenes que le realizó.

“Los galenos aseguraron que este sujeto deberá permanecer bajo estricta custodia de las autoridades y bajo cuidados médicos, nadie diferente a ellos se pude acercar a él”, contó la fuente.

Cabe mencionar que ‘Garavito’ se encargó de sembrar el horror en al menos 11 de los 32 departamentos del país, asesinando a 186 niños (incluyendo dos asesinatos en Ecuador) y violando a 200, según él mismo lo confesó en 1999, antes de ser condenado a 40 años de prisión por estos hechos, en la capital del Cesar lleva alrededor de 18 años.

PARA RECORDAR

Las autoridades de Colombia creyeron que esta ola de desapariciones y asesinatos de niños, en cuyos casos también tenían señales de abuso, correspondían a algún ritual satánico.

Pero para noviembre de 1997, se descubrieron los restos de al menos dos docenas de niños en un barranco y en un lote cerca de Pereira, ciudad de la región central de cultivo de café. El caso llevó a que las entidades investigadoras crearan un grupo de trabajo a nivel nacional que encontró similitudes entre los casos de todo el país.

Desde instante comenzó la indagación por el homicidio de un niño en la ciudad de Tunja, en el centro del país; para ese momento, Garavito se movía frecuentemente de lugar y ya tenía un nuevo nombre: Bonifacio Morera Lizcano, pero la Policía lo capturó en 1999 cuando intentó abusar de un menor. La Fiscalía ya venía cruzando información con sus diferentes departamentos para actualizar los registros y estar alerta de cualquier hecho similar al del hallazgo de Pereira. Fue por esta razón que cuando compararon el registro fotográfico de Garavito y Morera, se dieron cuenta que era la misma persona.

Para ese momento, Garavito era un vagabundo con un largo historial de enfermedades mentales, y ahora está en la cárcel ‘La Tramacúa’ de Valledupar purgando una de las tantas penas en su contra.