El 77 por ciento (21) de los menores de primera infancia que perdieron la vida en 2018 por desnutrición aguda moderada y severa, pertenecen a las comunidades Arhuaca (13 menores), Yukpa (seis), Wiwa (uno) y Kogui (uno), de acuerdo con el informe oficial.
La comunidad arhuaca se convirtió en la población indígena que más niños vio morir a lo largo del presente año por causas asociadas a desnutrición en el departamento del Cesar, según consta en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica.
El 77 por ciento (21) de los menores de primera infancia que perdieron la vida en 2018 por desnutrición aguda moderada y severa, pertenecen a las comunidades Arhuaca (13 menores), Yukpa (seis), Wiwa (uno) y Kogui (uno), de acuerdo con el informe oficial.
Estas cifras las encabezan los municipios de Pueblo Bello y Valledupar con cinco y tres niños que perdieron la vida, de manera respectiva, por esta patología que tiene como corte la primera semana del mes de diciembre.
Otros municipios que registraron en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica, muertes de menores por este factor son: Agustín Codazzi, Bosconia, El Paso y San Martín.
A la fecha se han confirmado por unidad de análisis, 13 muertes por desnutrición, mientras que hay otros probables 14 casos de muertes por y asociadas a desnutrición en menores de cinco años.
DESNUTRICIÓN ÁGUDA
El municipio de Valledupar encabeza el listado de poblaciones con mayores niveles de desnutrición entre niños menores de cinco años en el departamento del Cesar, de acuerdo con el reporte del Sistema de Vigilancia Epidemiológica, que tiene corte hasta la primera semana de diciembre.
Valledupar registra 203 casos con niños en condición de desnutrición, lo que representa el 34,47 por ciento de las estadísticas generales en el departamento en este fenómeno.
La capital del Cesar es seguida en este aspecto por el municipio de Agustín Codazzi, con 73 niños en desnutrición, lo que representa el 12,39 por ciento.
Luego, siguen municipalidades como Pueblo Bello, Becerril, Curumaní, San Diego, Bosconia, Chimichagua, Aguachica, La Jagua de Ibirico, El Paso y La Paz, entre otros.
VERSIÓN OFICIAL
El secretario de Salud del municipio de Pueblo Bello, Sadan Suárez, explica que “las condiciones culturales y socioeconómicas de gran parte de nuestra población es indígena y la condición en la que viven no son los mejores”.
Agrega que “el fenómeno del Niño también nos ha afectado porque han perdido los cultivos de los que derivaban su sustento”, y aclara que “con la medicina occidental no hay ningún inconveniente en la atención, pero cuando los niños llegan al casco urbano, muchas veces es demasiado tarde”.
Y explica: “las comunidades indígenas tienen su medicina tradicional y en estos momentos se está trabajando con la implementación del Sistema Indígena Intercultural Propio en Salud, lo que busca el ente territorial es dilucidar esa atención que ellos tienen en usos y costumbres, al igual que a las gestantes, porque van al líder espiritual, allí duran un tiempo determinado, lo que termina yendo en contra de su salud”.
REPORTE MÉDICO
El Coordinador Científico de la IPS Wintukwa, Alfonso Campo, aseguró “alrededor de la desnutrición hay varios factores asociados, que si tienen cultivos adecuados, si tienen dónde sembrar. Ellos tienen dentro de su cultura comer ciertos alimentos y no es una dieta balanceada, no contiene proteínas, frutas ni verduras”. “Anteriormente consumían alimentos propios, ahora lo compran afuera, gracias a Dios conservan el seno materno, porque la situación sería peor”, aclara.
No obstante, para Campo, el problema es más estructural; “Desafortunadamente el sector salud sufre las consecuencias de lo que se deja de hacer en otros sectores, como agua potable, no tienen acueducto, no hay letrina, eso lleva al parasitismo intestinal, diarrea permanente, y lo poquito que se comen los niños lo aprovecha el parásito”.
Para ello, aclara, trabajan en “ganarse la confianza de los mamos, para que puedan bajar a los niños al hospital, porque llegan en un estado tan mal por las enfermedades adicionales que se le pegan a la desnutrición que no hay nada que hacer.
“Las autoridades se han estado reuniendo para tratar de definir la situación”: El concejal Omar Mestre, del Partido ASI y representante de las comunidades indígenas, manifestó que la situación es delicada.
“A pesar que la población Arhuaca es grande, que uno o dos niños se mueran es grave. Las autoridades se han estado reuniendo para tratar de definir la situación”, dijo.
La situación, según el corporado, “depende de la comunidad en la que se viva, porque las necesidades no son las mismas, por ejemplo en Nabusimake la situación es más difícil porque el suelo no es apto y dificulta más las cosas”.
“No ha sido tan fácil tampoco trabajar con la administración municipal, donde se hizo una consulta del plan de desarrollo para facilitar algunos programas y proyectos y todavía no ha habido ese trabajo para fortalecer dichas estrategias, quedó hasta ahí y no lo hemos logrado, simplemente se ha venido avanzando con los recursos que llegan al resguardo”, finalizó.
Por Arnol Murillo.