Semana publicó entre comillas una declaración de un suboficial no identificado que dice que sus mandos le asignaron interceptar a Cristina Lombana, magistrada de la Suprema que tuvo a su cargo una investigación contra Álvaro Uribe, y que “lo más grave de todo, nos ordenaron entregar esa información directamente a un reconocido político del Centro Democrático”. No agrega nada más. El director de Semana, cuando se le preguntó si no era yo, quien habría recibido esa información, no desmintió. Dijo que no podía confirmarlo porque les “falta evidencia”. Como a buen entendedor pocas palabras bastan, tengo claro que para Santos el “reconocido político del CD” soy yo.
Repito: no he recibido ninguna información relacionada con interceptaciones, de parte de ningún militar o policía. Tampoco he recibido ninguna información sobre Lombana ni he hablado con ellos sobre las investigaciones a Uribe.
Mis relaciones con la Fuerza Pública son viejas. Datan desde principios de los noventa, cuando, como director del programa en derechos humanos para Fuerzas Militares y Policía del IIDH, monté las primeras actividades de formación en esas materias en distintos países del Continente, incluyendo Colombia. Años más tarde, fui asesor del Ministerio de Defensa. Después, como consultor independiente, dirigí y trabajé en programas de reforma policial y seguridad ciudadana en distintos países. Estuve muy cerca del general Mora Rangel en el proceso de reforma al Ejército. Fui profesor de la Escuela Superior de Guerra. Hice parte de la última comisión de expertos para la reforma de la justicia penal militar. Ejercí como agente del Estado en varios casos ante la Corte IIDH y en ellos trabajé de la mano de las FFMM.
En ocasiones he contratado a oficiales retirados, desde exdirectores de la Policía hasta, recientemente, una compañía para determinar los riesgos en seguridad de un inversionista extranjero. Desde hace treinta años me comunico de manera permanente y periódica con todos los comandantes de las fuerzas, con generales y coroneles, y les he brindado mis opiniones y consejos sobre los más diversos temas.
Pero, reitero, nunca he recibido información alguna sobre chuzadas o sobre el proceso de Uribe. De manera que Noticias Uno me calumnia y que Santos, al no desmentir, contribuye a ello. Más allá de que no sea yo el político del CD al que se refieren, me atrevo a sostener que el suboficial citado en Semana miente. Pero creo que no había interés en verificarlo.
Me explico: un hilo conductor de la nota de Semana es que se chuzaba a magistrados de la Suprema para obtener información sobre el proceso contra Uribe. Aunque la revista no dice que la supuesta “información” producto de interceptaciones a Lombana fuera para el expresidente, lo hace entender al decir que se entregaba a un “reconocido político del CD”.
No tengo duda de que Semana, porque lo confiesa, sí recibió “documentos secretos” de los militares (parece que si es para ellos, esa conducta sí es ética, legal e irreprochable) y que yo no.
Y sé también que Semana y Noticias Uno debieron haber verificado, con pruebas inequívocas y no solo con versiones de “fuentes” no identificadas, si era cierto o no que algún político del CD habría recibido información de interceptaciones y si ese político era yo. Antes de decirlo debían tener las “evidencias” que reconocen no tener. El problema es que si lo hacían no podían decirlo y se les caía, inequívocamente, el hilo conductor de sus noticias y la vinculación con Uribe.
*Abogado y analista político.