De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), es la tercera causa de muerte a nivel mundial, por debajo de cáncer y enfermedades coronarias, y se estima que una de cada diez personas adultas la sufre. Su prevalencia se incrementó en el mundo en un 44,2% entre 1990 y 2015, y hubo un aumento de la mortalidad de 17,5% entre 2007 y 2017.
La OMS estima que 170 millones de personas padecen la enfermedad y que en 2017 unos cuatro millones murieron por esta. Según el organismo, lo grave es que no se está visibilizando lo suficiente el tema, en especial, en los países con ingresos bajos y medios, entre los que se encuentran algunas naciones latinoamericanas.
En la mayoría de los casos se desconoce que es un mal común que se puede prevenir. Esto se debe a la falta de acceso oportuno al diagnóstico y a la espirometría, una prueba que consiste en soplar para medir la capacidad respiratoria del individuo. En otras ocasiones, el paciente no tiene acceso a la medicación.
¿Cómo se está tratando la EPOC en América Latina?
En la región el problema de la EPOC es preocupante. Uruguay tiene el 19,7% de los casos, seguido de Chile con el 15,9%, Brasil 15,8%, Argentina 14,5%, Venezuela 12,1%, México 7,8%, Colombia 8,9% y Perú 6%.
En el caso colombiano, según cifras del Ministerio de Salud, en 2016, 13.513 muertes fueron ocasionadas por esta enfermedad. “Los departamentos del eje cafetero, Quindío, Risaralda, Caldas, seguidos de Tolima, Cundinamarca, Antioquia, Norte de Santander y Huila son los que presentan las mayores cifras de mortalidad prematura por las enfermedades respiratorias crónicas como EPOC y asma”, dice el reporte de la entidad.
El tabaquismo no es el único factor de riesgo
Si bien el consumo de tabaco es el principal causante de esta enfermedad, existen otros factores influyentes para la aparición de la patología. La polución ambiental y laboral pueden afectar seriamente el desarrollo de los pulmones, al igual que la malnutrición, infecciones y la exposición pasiva a elementos contaminantes.
De acuerdo con la neumóloga Ángela Giraldo, el médico debe estar constantemente pendiente de los síntomas que se presenten, pues de esta forma, se pueden tomar los exámenes pertinentes para tratar la patología y evitar que avance.
“El médico debe sospechar basado en la historia clínica que le cuenta su paciente. La edad y síntomas como asfixia, fatiga, tos crónica y permanente durante más de cuatro semanas y ruidos pulmonares inusuales, entre otros, son los síntomas más comunes de la EPOC. En cuanto a las herramientas para diagnosticarla están la radiografía de tórax, broncoscopia y la espirometría. El problema que tiene este método es que algunos médicos de atención primaria no saben leerlo de manera correcta” recalcó.
Por su parte, en octubre pasado, durante la decimotercera reunión, la OMS hizo un llamado a la comunidad internacional para “tomar acciones para promover la salud respiratoria”.
Aumentar el conocimiento en la comunidad y concientizarla sobre la importancia de tratar a tiempo las afecciones pulmonares, prevenir y evitar la contaminación ambiental, la exposición a agentes contaminantes y el tabaquismo, diagnosticar de forma efectiva facilitando el acceso a la espirometría y mejorar el acceso a la medicación en todos los sectores sociales son algunas de las sugerencias que la Organización da para que los ciudadanos eviten la propagación de esta patología.
BOGOTÁ (Colprensa).