El eco de un ¡Apa, Oa, Sabroso! en los 100 años de su creador
En los actos a celebrarse en El Paso, Cesar, estarán presentes la Ministra de Cultura Carmen Inés Vásquez y el artista Carlos Vives, entre otras personalidades del orden regional y nacional–
Un día como hoy el vientre de una mujer morena llamada Juana Francisca Díaz, trajo al mundo un niño con el mismo color de su piel que era igual a la de su padre, Náfer Durán, en un territorio que sembró uno de los tantos palenques de los africanos que huían del maltrato de los amos en la época de la esclavitud.
Han pasado 100 años desde aquel episodio, sin que ninguno de los protagonistas se imaginara que ese muchacho que le abrió los ojos al candente sol de El Paso, se constituiría con el tiempo, en el mejor referente musical de esa territorio en donde los tambores africanos, desajustaban las caderas de la negras bailadoras y cantadoras, arte al que perteneció doña Juana francisca y que tal vez umbilicalmente le trasmitió esos dones a Gilberto Alejandro, como después bautizaron a la criatura.
Pero ese arte musical lo esbozaban más como una evocación de su tierra africana, que como evidencia rítmica de esos tambores, los que con el paso del tiempo destemplaron la nostalgia y se fusionaron con otras expresiones artísticas, dando origen a los famosos cantos de pajarito, génesis de un vallenato que se cimentó con la entrada del acordeón, instrumento que encontró en ese suelo una de las extensiones más abonadas y especialmente en la familia Durán que con el paso de las generaciones han ido heredando esa virtud.
ALEJO, EL MEJOR
Sin demeritar las capacidades de los demás miembros del clan musical, fue Alejo, quien despuntó en una ruta difícil y sin comodidades mediáticas de ese entonces, trasegando por esas trochas y caminos de herradura acordeón al hombro, socolando los senderos en donde su estilo se hizo popular, después de abandonar el rejo y las empletas (molde de hacer queso), elementos de vaquería, con los que se graduaban casi todos los lugareños en el extenso hato ganadero circundante.
Alejandro, a quien nadie llamó como Gilberto, su primer nombre, no quiso el apelativo de pigua como llamaban a los ordeñadores en relación a un pájaro que andaba detrás de las vacas en una función de desgarrapacitarlos y tomó el acordeón como vía de escape a esa discriminación.
‘El Negro Alejo’ forjó su nombre con sacrificio, y tal vez el mayor fue el abandono de su tierra y de su familia para emprender un periplo que lo catapultó a la fama pasando de los caseríos a las ciudades y luego a los países, como la histórica visita a las olimpiadas de México en 1968 en donde se ganó la medalla de oro en las Olimpiadas Culturales, después de haberse ganado el primer Festival Vallenato en Valledupar. La invitación al país Azteca, se la hizo el primer Gobernador del Cesar, Alfonso López Michelsen.
De ahí para delante su nota y composiciones se expandieron por la geografía nacional, dando apertura a las intenciones de otros juglares que conformaron el sólido equipo de una generación de acordeoneros que abrieron el sendero para el éxito de un folclor que hoy despega en las pistas de la modernidad con otros pilotos culturales.
Esta efemérides es conmemorada en su pueblo Natal, El Paso, Cesar que hoy y mañana recibirán variadas delegaciones de músicos y gestores culturales que se fusionarán con el pueblo del palenque, para testimoniar el amor a Alejandro, en la fecha de su natalicio número 100.
LEY DE HONORES
Todo este acontecimiento está enmarcado en la Ley 1860 de 2017 aprobada por el Congreso de la República y que presentara el senador cesarense José Alfredo Gnecco Zuleta, donde el 2019 fue declarado como el año de Alejo Durán, y se autorizan una serie de obras en su honor.
“Cuando se habla de Alejo Durán, una de las máximas figuras de El Paso, se engrandece el folclor vallenato. Alejo abrió las puertas del folclor desde Valledupar y hoy su figura es inmortal por todo lo que hizo logrando que sus canciones enamoraran corazones. Le comunico a Colombia y al mundo que El Paso, la tierra de Alejo, está preparado para este acontecimiento”, conceptuó el alcalde Hidalfo de la Cruz.
Por su parte el presidente de la Fundación Alejo Vive, Luis Durán Escorcia, expresó: “Alejo es orgullo de El Paso y de Colombia. Su causa fundamental fue dar a conocer ese mensaje cantado que llegó a todos, y se convirtió en el mejor alimento folclórico iniciando con su pedazo de acordeón donde tuvo su alma. Queremos dar las gracias a todos los que se han unido a esta gran iniciativa que tendrá grande repercusiones para la tierra donde este juglar”.
Por su parte, el presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina Araújo, resaltó este acontecimiento que se constituye en el más grande homenaje al Rey Vallenato Alejo Durán Díaz.
“Con Alejo Durán se dio inicio al proceso del Festival de la Leyenda Vallenata en 1968 cuando se coronó como el primer Rey Vallenato. Él, fue clave en este proceso de la música vallenata que hoy tiene el más grande reconocimiento. En las oficinas de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata reposa el famoso ‘Pedazo de acordeón’, con el cual libró muchas batallas musicales”, expresó Rodolfo Molina Araújo.
Carlos Vives ha sido un gran abanderado de la música de Alejo Durán al grabarle las canciones: ‘Pedazo de acordeón’, ‘Altos del Rosario’, ‘Fidelina’ y ‘La cachucha bacana’. Además, el paseo ‘El sombrero de Alejo’, fue la canción del 51° Festival de la leyenda Vallenata que fue en honor del artista samario.
Uno de los apartes de esa obra grabada por los más representativos cantantes vallenatos dice: “Se hizo famoso en la tierra como el sombrero de Alejo”…
El Paso, está listo para darle a conocer a Colombia y el mundo que el hombre del “Apa, Oa, Sabroso”, sigue viviendo a través de sus grandes gestas musicales que lo convirtieron en ‘El Negro Grande’.
SU OBRA MUSICAL
Dentro de algunas de sus composiciones e interpretaciones más reconocidas encontramos ´Fidelina´, ´Altos del Rosario´, ´039´, ´Guepajé´, ´Pobrecito corazón´, ´Los campanales´, ´Este Pobre Corazón´, ´El bautismo´, ´El Compromiso´, ´Los Lentes´, ´La Puya Vallenata´, ´Mi Folclor´, ´Carmencita´, ´Besito Cortao´, ´A dónde estará Durán´, ´El Adivino´, ´A mi Pueblo´, ´Qué tienen las mujeres´, ´Las Viejas no me quieren´ y ´Ceja Encontrada´, ´Alicia Adorada de autoría de Juancho Polo Valencia´, ´La Candela Viva´ de autoría de Heriberto Pretel.
Hoy en día, se conocen muchos sitios y festivales que le rinde honores a su nombre o composiciones, tal es el caso de la rotonda ‘Pedazo de acordeón’ de Valledupar, El Festival Vallenato del municipio de El Paso, llamado Festival Pedazo de Acordeón y una escuela en el municipio de Altos del Rosario, Bolívar, que lleva el nombre de Alejandro Durán Díaz.
PROGRAMACIÓN
Esta conmemoración inició ayer desde la 5:00 a. m. con una alborada musical, con bandas y tamboras en la Plaza. Luego, 8:30 de la mañana, hubo un desfile por las principales calles de la localidad y visita a la casa museo del juglar. En este recorrido, estuvo la ministra de Cultura, Carmen Inés Vásquez; el presidente de la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, Rodolfo Molina; igualmente se dio un reconocimiento a Carlos Vives.
12:00 m. Ofrecimiento de almuerzo a los invitados especiales.
4:00 pm. Se llevó a cabo un conversatorio sobre la vida y obra de Alejo Durán, a cargo de los investigadores culturales Ciro Quiroz Otero, Rafael Oñate, Tomás Darío Gutiérrez y Fernando Bordeth,
7:00 pm. Se presentó parte de la obra del maestro Alejandro y El Paso, entre mitos y leyendas, presentación de la Dinastía Durán, grupos vallenatos de la región, y el cantautor Farid Ortiz con Jáder Durán, sobrino de Alejo.
HOY 9 DE FEBRERO
5: 00 am Alborada con bandas de la región en la plaza principal de la población.
8: 00 am Misa en honor a la memoria de Alejandro Durán
9: 30 am Conversatorio sobre la vida del juglar en un colegio del pueblo y en la casa de la Cultura
4:00 am Homenajes y otros reconocimientos, además de presentaciones musicales.