Afirma el cantante Piero
“Los niños te enseñan cómo deberías ser”
Por Sergio Villamizar D.
“‘Sinfonía inconclusa en la mar’ es mi disco más vendido gracias a que lo prohibieron los militares”, recuerda el cantautor Piero, nacido en Italia, radicado desde su infancia en Argentina y nacionalizado colombiano, quien ya se encuentra en el país para realizar una nueva gira de conciertos, esta vez, celebrando los 50 años de haber compuesto ‘Mi viejo’, uno de sus más grandes clásicos.
Hace 42 años editó ‘Sinfonía inconclusa en La Mar’, y pese a ser un trabajo infantil, la dictadura militar lo prohibió, generando el efecto contrario. De manera clandestina en Argentina la gente empezó a compartirlo, difundirlo, lo cual se extendió por toda América Latina, convirtiéndolo en el trabajo más exitoso de la música infantil de todos los tiempos en español, y por supuesto, el más vendido de Piero.
Un trabajo que merece una puesta en escena especial, única, ideal para teatros, la cual, hace algunos meses presentó en Bogotá y ahora espera poder llevar a otras ciudades del país. Un álbum que utilizan en centro de atención para niños en condición especial, y que ha llegado más allá de las barreras del idioma y ha sido cantado por niños en Alemania, entre otros países.
Pero Piero ya se encuentra en Colombia para cumplir otro sueño. Celebrar en diferentes partes del país, los 50 años de uno de sus más grandes clásicos, ‘Mi viejo’, un sentido homenaje a la figura paterna, a su padre.
PARA PAPÁ
Una nueva gira por Colombia…
Venimos mucho pero se extraña mucho Colombia y queremos recorrer más el interior. Cumplimos 50 años con la canción ‘Mi viejo’, así que la hacemos a manera de festejo, de brindis con todas las ciudades del país. Venir a Colombia termina cargándote las pilas para luego volver a casa y hacer algo nuevo.
¿Cómo será esta nueva gira de conciertos?
En esta nueva gira, que está proyectada hasta el mes de octubre, lo que queremos hacer son grandes conciertos en las ciudades los fines de semana, mientras que, entre semana, dedicarnos a los teatros, para la presentación de la ‘Sinfonía’ a la que puedan venir los chicos.
¿Cómo nació ‘Mi viejo’?
Con amigos nos juntábamos a componer todos los días, de donde salieron grandes canciones. En una noche de esas se me ocurrió que podríamos hacerle una canción al padre, que es tan importante en la vida, un agradecimiento, un homenaje. Lo charlamos mucho tiempo, 10 o 15 días, hasta que un día nos sentamos y nació la canción.
Pero había una historia paralela, Jose, mi compañero, tenía fallecido a su padre, y a mí me agarró un ataque de ansiedad de llegar a casa para cantársela a mi padre. Me lo llevé al living y le digo: ‘Escuchá este temita’. Empiezo a cantarla y no termino el primer párrafo, yo tocando la guitarra levanto la mirada y veo a mi padre llorando, lo que me hizo llorar a mí. Fue un parto poder terminarla de cantar. No podía creer que estaba viendo a mi padre llorando por algo que yo había hecho para él.
‘Sinfonía inconclusa en la mar’, otro de sus clásicos…
Es una maravilla que esto naciera de una prohibición de los militares, en su momento, comenzamos a crear algo que no fuera irritativo para que no me echaran del país, aunque ese momento llegó después. Todo se dio para que hacer unas canciones que eran del cura Alejandro, porque la única mía es ‘Sinfonía inconclusa en la mar’.
Fue grabarla y sin promoción alguna se regó por toda América Latina de manera orgánica. Nos sigue sorprendiendo y es un lujo que los niños y los jóvenes, que cinco generaciones canten las mismas canciones, las mismas historias.
¿Cómo le va con los niños como público?
Los niños son el mejor público que hay, si no les gusta lo que ven se van o se ponen a jugar. El grande por compromiso se queda y aplaude. Son verdaderos maestros, los niños te enseñan cómo deberías ser.
Mis nietas, la más chiquita, tiene ocho años, toca el ukelele, canta en español e inglés, te corrige los tonos. La más grande me invitó a su colegio francés porque le habían pedido que prepararan una cosa con amigos y familiares, y a ella se le ocurrió llevar al abuelo para tocar ‘Sinfonía inconclusa en la mar’.
¿Difícil crear en medio de la prohibición militar?
Cuando está la cosa difícil, hay mil formas de reaccionar contra ellas. Te incentiva más, te saca historias, respuestas y generar un camino para identificarnos entre paisanos para entrar en contacto con los líderes de cada uno de nuestros momentos.
¿Cómo inició en usted esa presión?
A mí me empezaron a prohibir las canciones, una tras otra, por lo que me di cuenta que ellos, los militares, no buscaban prohibir mis canciones, lo que buscaban en definitiva, era bajarme a mí. Así, nació la idea de hacer cosas que no irritaran al policía o al militar, pero que tampoco silenciara nuestra voz.
Ahí fue que me acordé de las canciones del Padre Alejandro, un cura que más adelante sería padre de cuatro hijos, con quien hicimos ‘Sinfonía’ y otro disco de folclor muy lindo, que parecía fuera de contexto con lo que normalmente uno hacía.
Empezó a venderse tanto en distintas partes de América Latina que la empezamos a recorrer sin parar. ‘Sinfonía inconclusa en la mar’ es mi disco más vendido gracias a que lo prohibieron los militares. Les salió el tiro por la culata.
¿El momento más difícil de esos tiempos?
Cuando un día, la policía fue a buscarme a casa, el novio de mi hermana fue quien nos avisó, así que pude salirme de allí e ir a la casa de unos amigos al edificio de al frente donde podía ver los autos sin placas y los personajes sin uniforme que entraban a buscarme. No entré más a mi casa y de allí salí del país.
¿Cómo ve la lucha por la paz en Colombia?
Son millones de personas que quisieran hacer algo por la paz de Colombia, pero no hay una idea. Hay que buscarla, hay que ser prácticos y hay que ser concretos, que incluya a todos. La clave es la solidaridad, pero existe lo que llamo ‘solidaridad ociosa’, que es la solidaridad que existe mucha, por todos lados, pero nadie convoca.
Se lanzó hace poco una biografía sobre Piero…
Salió el año pasado pero aún no se dado a conocer como se debe. Lo hizo una amiga que me conoce desde hace muchos años, conoce bien cómo ha sido la cosa. Ella quería hacer el libro pero yo no estaba muy convencido, así que tardamos, dimos muchas vueltas, apareció la editorial y arrancó el proyecto.
Muchos me han dicho que al principio muchas ganas de leer un libro sobre Piero no tenía, pero luego se engancharon con él, y terminaron leyéndolo en dos días, siendo un libro de más de 500 páginas.