Diario del Cesar
Defiende la región

La modernización de las comunicaciones

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Le ha dicho al país el Presidente Iván Duque  que la Ley de Modernización de las TIC se presentó al Congreso porque es una norma que “permitía la convergencia regulatoria, pero —al mismo tiempo— le da señales claras de inversión, a más de 20 años, para que la inversión llegue y transforme digitalmente a nuestro país”.

En la clausura del 21 Congreso Nacional de Servicios Públicos, TIC y TV, organizado por la Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones (Andesco), el Jefe de Estado insistió en que el tema que hoy le compete al país es la conectividad. “El país, por años, venía reclamando una mejora normativa, donde elimináramos marañas regulatorias, porque el mundo de hoy necesita de regulación inteligente”, manifestó, al recalcar que no se podía continuar con “esas pautas del pasado, donde queríamos que la legislación estuviera obstaculizando la llegada de nuevas herramientas tecnológicas”.

Ciertamente que la nueva Ley le da transparencia a los que quieren invertir en el largo plazo y abre las puertas para que al país llegue la 5G empezando en el año 2022, porque es a partir de esa llegada del 5G como realmente se materializa el máximo potencial del internet de las cosas o de la Inteligencia artificial, y de muchas otras tecnologías de la cuarta revolución industrial. Y estamos convencidos que gracias a esa legislación, se puede garantizar que  Colombia pueda cerrar las grandes brechas tecnológicas que hoy tenemos.

Ahora bien. El país se prepara para que en las próximas semanas se realice la subasta de 700 megahertzios para que, por esa vía, también podamos tener la presencia en las bandas altas y las bandas bajas, y que eso nos permita  garantizar una provisión de excelente servicio.

En la inversión del sector TIC debe resaltarse que se hace de manera mayoritaria por los operadores privados, en particular por los de telecomunicaciones, aspecto que ha venido siendo generador de inversiones en los últimos años por casi 30 billones de pesos. También hay que decir, que como sucedió con la economía, el sector TIC registró una tendencia decreciente en los últimos 4 años, lo que motivó, entre otras razones, a que hoy tengamos una ley que moderniza el sector.

Siendo estructural la inversión privada en el sector TIC, la dinámica de competencia no es un tema menor. Precisamente, la competencia en el mercado genera los incentivos propicios para invertir y desarrollar infraestructura, para lo cual la decisión que se viene analizando por el Regulador sectorial sobre dominancia en el sector es primordial. Si en esta industria nos encontramos frente a un operador con posición de dominio, que pueda definir las condiciones de mercado de manera independiente de sus competidores, la infraestructura no se va a desarrollar de igual manera, lo que no sólo tiene un impacto en el sector, sino además en las otras industrias, dado su efecto multiplicador.

Si bien el regulador ha venido estudiando el mercado de telecomunicaciones móviles, debe decirse que es una asignatura pendiente velar por las sanas condiciones de competencia para los servicios de datos y telefonía móvil usada por millones de colombianos, cuando los números de participación en el mercado llaman la atención. Aprobada la ley de modernización del sector TIC, debe continuar la agenda necesaria para la sostenibilidad y crecimiento del mismo, donde un elemento fundamental es la decisión de dominancia, la cual también tiene impacto en el futuro proceso de subasta de espectro, del cual dependen en muy buena medida las metas de conectividad del país.

Lo que está en juego no es insignificante. Si la inversión en general, obviamente incluida la que se hace en infraestructura de telecomunicaciones, es esencial para la promoción del crecimiento dentro del marco fiscal que tiene nuestro país, una decisión que debe promover la competencia en el sector TIC va a delinear el futuro de este y, por ende, el bienestar de los colombianos que, como usuarios, nos favorecemos de entornos de mayor competencia.