El legado que deja Jorge Bolaño en el fútbol colombiano
La noticia del fallecimiento de Jorge Bolaño ha conmovido al fútbol colombiano. El ex mediocampista, nacido en Santa Marta el 28 de abril de 1977, deja una huella imborrable tanto por su carrera en clubes como por su paso por la Selección Colombia.
Formado en las divisiones menores del Junior, Bolaño se consolidó como uno de los volantes de marca más destacados de la década de los 90. Su gran rendimiento en el equipo barranquillero le abrió las puertas de la tricolor, debutando con la Selección absoluta en 1995 y siendo parte del proceso rumbo al Mundial de Francia 1998, certamen en el que jugó bajo la dirección de Hernán Darío Gómez.
Con Junior fue campeón en 1993 y 1995, siendo una pieza clave en el medio campo por su marca, orden táctico y entrega. Su buen momento lo llevó al fútbol europeo, donde militó durante casi una década en el Calcio italiano con equipos como Parma, Sampdoria, Lecce y Modena. En Italia compartió vestuario con figuras internacionales como Gianluigi Buffon, Fabio Cannavaro, Lilia Thuram, Hernán Crespo, entre otros.
Aunque su protagonismo en Europa no fue tan mediático, su perseverancia, disciplina y profesionalismo lo convirtieron en un ejemplo de constancia para muchos futbolistas colombianos que soñaban con dar el salto al exterior. Abrió las puertas de la Serie A para muchos compatriotas.
Con la Selección Colombia disputó 36 partidos y estuvo presente en varios torneos oficiales, incluyendo la Copa América de 1999 y las eliminatorias sudamericanas rumbo a los Mundiales de 1998 y 2002. Su estilo de juego recio, lo hizo ser respetado entre sus compañeros y rivales.
En los últimos años, Bolaño dedicó su vida al desarrollo del talento joven, desempeñándose como técnico y asistente técnico, especialmente en procesos juveniles. Fue parte del cuerpo técnico de la Selección Colombia Sub-17 dirigida por Juan Carlos Ramírez. En Cúcuta trabajaba con escuelas de formación.