Mientras las universidades acuden a todo tipo de estrategias para combatir la deserción estudiantil, el gobierno Nacional implementa medidas contrarias que amenazan con recrudecer la preocupante crisis que atraviesan las universidades del país, y destruir los sueños de miles de jóvenes que buscan obtener su título profesional para salir adelante, en medio de complejas dificultades económicas.
El reciente anuncio de la eliminación del subsidio a la tasa de interés para los beneficiarios que se encuentran en periodo de pago de créditos otorgados por el Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (Icetex), encendió las alarmas del sector de la educación superior por los riesgos que acarrea el incremento en las cuotas a una población estudiantil vulnerable, como es el caso de los beneficiados por la Entidad, quienes en su mayoría pertenecen a los estratos uno, dos y tres.
No es para menos la preocupación que ha generado la suspensión del subsidio. La tasa de interés del 9,28 % que pagaban los estudiantes, ahora se elevará entre un 12 % y 17 % más el Índice de Precios al Consumidor (IPC) anual, un aumento devastador para las familias de estudiantes y de jóvenes que inician su vida laboral. De acuerdo con la Asociación Colombiana de Universidades (ASCUN), esta decisión afectará a 327 mil estudiantes y egresados, de los cuales 125 mil son estudiantes activos y 184 mil egresados en período de amortización.
Son muchos los jóvenes que ante esta situación han expresado su desencanto con el Gobierno del presidente Gustavo Petro. Con toda la razón. Además de las promesas incumplidas en educación superior, como los 500.000 cupos para nuevos estudiantes en universidades públicas, la construcción de nuevas sedes, los subsidios de alimentación y lo más descarado la condonación de créditos del Icetex, ahora el ejecutivo cercena las posibilidades de quienes con mucho esfuerzo intentan culminar sus estudios en instituciones privadas de educación superior, acabando de golpe con la única oportunidad que tienen para obtener un título. Un atentado contra el derecho a la educación.
La cruzada en contra de la educación privada emprendida por el gobierno viene de tiempo atrás. Los incumplimientos en las transferencias que debe realizar el Ministerio de Hacienda al Icetex son cada vez más frecuentes, situación que está comprometiendo las finanzas de las universidades privadas y de los estudiantes beneficiarios. Es injusto que la mezquindad y el egoísmo estén poniendo en riesgo la permanencia de miles de jóvenes en la Universidad.
En medio del contexto de dificultad económica que se presenta en el país, con una realidad que nos indica el creciente ingreso de jóvenes a la delincuencia en bandas criminales, grupos armados y pandillas por falta de oportunidades, la prioridad del gobierno debería centrarse en buscar estrategias para la movilización de todos los sectores en procura de facilitarle el acceso a la Universidad a los jóvenes vulnerables, que más colombianos puedan acceder a la educación superior y avanzar en sus proyectos educativos, no en echarle más leña a la hoguera.
*Senador