Diario del Cesar
Defiende la región

Vergüenza

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Vergüenza es la única palabra que surge frente al bochornoso comportamiento de Gustavo Petro. Su incapacidad de resolver problemas, de liderar y gerenciar y su reacción permanente contra el orden, la ley y las instituciones le ha costado mucho a Colombia.

En la madrugada del domingo 26 de enero de 2025, Petro golpeó una historia de buen entendimiento con los Estados Unidos que se inició hace 200 años. Impedir la entrada de connacionales deportados a Colombia no solo rompió el protocolo existente en el país, incluso en su propio gobierno, que recibió en las mismas condiciones a 14,226 deportados en el 2024, sino que desconoció los artículos 24 de la Constitución Política de 1991, el numeral 5 del artículo 22 de la Convención Americana de Derechos humanos y el artículo 12.4 del Pacto Internacional del derechos civiles y políticos que indican que nadie puede ser privado del derecho de ingresar a su propio país.

La provocación se debió a que la desautorización para aterrizar en Colombia de los dos vuelos con 160 connacionales se dio luego de haberse autorizado el procedimiento entre los dos países horas antes del despegue.

Ante esto el gobierno de Trump anunció la supresión de visas para los funcionarios de ese gobierno y sus socios, al igual que el aumento de hasta el 50% de los aranceles a los productos colombianos. Una calamidad. Luego de varias horas de incertidumbre se plegó ante Trump y el gobierno americano suspendió las sanciones. Su irresponsable acción le sirvió a Trump para mostrar los dientes contra un gobierno que no colabora en los dos temas esenciales que le interesan con América Latina: la lucha contra el narcotráfico y la inmigración ilegal.

Sin embargo, lo ocurrido ya tiene antecedentes. En varias ocasiones Petro ha insultado al presidente Trump e incluso, en los últimos días, tildó de nazis a quienes expulsan a los irregulares de Estados Unidos.

Este comportamiento de Petro no es aislado frente a los dos temas de interés de Estados Unidos. Lo viví como Fiscal General cuando me solicitó el 11 de enero de 2023 la suspensión de órdenes de captura con fines de extradición a los Estados Unidos de narcotraficantes y paramilitares, también cuando el gobierno a través de su ministro de Justicia buscó la derogatoria de algunos delitos contra el narcotráfico en el Código Penal. En igual sentido, el aumento de los cultivos ilícitos ha sido la regla en el gobierno Petro, al constatarse con el informe de la ONU que el país en 2023 tenía 253.000 hectáreas sembradas frente a las 230.028 de 2022. Lo grave es que la forma de multiplicar la producción llevó a que pasáramos de 1.738 toneladas de coca en 2022 a 2.664 toneladas en 2023.

Sobre el tráfico de migrantes, Petro y su gobierno no ha hecho prácticamente nada. Turbo, Acandí, Necoclí, Capurgana y Sapzurro son tierra de nadie. Lo que existe es una infraestructura criminal del Clan del Golfo para ayudar a pasar a los migrantes, pero Migración Colombia brilla por su ausencia.

Con estos antecedentes y sabiendo que en cualquier momento, Petro volverá a insultar al presidente Trump y a su gobierno nos debemos preparar para lo peor. El mensaje para el mundo y para los Estados Unidos es que Petro no nos representa a los colombianos, perdió la dignidad en el ejercicio de su cargo y el próximo año se irá.

*Exfiscal general y profesor del Adam Smith Center for Economic Freedom, Florida International University (FIU)