El último adiós a Santiago Lora Rincón

Con profundo dolor, la comunidad de Aguachica acompañó hasta su última morada al joven Santiago Lora Rincón, de 19 años, cuarta víctima de la masacre de la familia pastoral, cuyo cuerpo no pudo ser sepultado junto a sus padres y hermana, la tarde del jueves, ya su muerte se produjo la noche del 31 de diciembre, luego de luchar por su vida en una clínica de la localidad.

El cuerpo del joven, al igual que sus familiares, fue velado en la iglesia Príncipe de Paz, donde lo acompañaron sus hermanos de religión y habitantes del municipio en medio de escenas de dolor y llanto.

Este hecho ha causado consternación entre la ciudadanía, ya que se trató de una familia formada en valores cristianos, que siempre estuvieron dispuestos para servirle a la comunidad. Marlon Lora, Yurlay Rincón y Ángela Natalia, siempre estuvieron entregados de corazón a la iglesia, su misión era ayudar y servir, manifestó uno de los asistentes al sepelio del joven Santiago.

Cerca de las 3:00 de la tarde arrancó la caravana fúnebre desde la iglesia Príncipe de Paz, hasta el Cementerio Central de Aguachica, donde el joven fue sepultado al lado de sus familiares en medio del luto y la consternación que embarga a toda la comunidad.

Amigos, vecinos y familiares rindieron un último homenaje a este joven. Los asistentes no solo lloraron la pérdida de esta familia sino que también exigen justicia ante este acto de violencia que ha dejado a Aguachica conmocionado.

Giovanny Benavides, pastor de la iglesia Príncipe de Paz en Aguachica, manifestó que han sido unos días de mucho dolor y tristeza para todos, una pérdida inesperada y lamentable para la iglesia. “Ahora queda orar por la resignación de los que quedan vivos, por Marlon, Yurlay, Ángela y Santiago van a un sueño profundo hasta la venida de Cristo, porque en él murieron”, dijo.

Los restos fueron velados en la iglesia Príncipe de Paz, hasta donde acudieron miembros de la comunidad y hermanos de la iglesia evangélica.

Santiago Lora falleció la noche del 31 de diciembre. No alcanzó a ser sepultado el mismo día con sus padres y hermana por algunos retrasos en la realización de la necropsia en Bucaramanga.