Gracias al Icetex
Más de cinco millones de jóvenes, de diferentes generaciones, han podido terminar sus estudios durante estos últimos setenta años, merced a la financiación otorgada por el Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (Icetex), entidad vinculada al Ministerio de Educación -así no lo quiera reconocer el actual Ministro- organización fundada el 5 de agosto de 1950, que inició labores en 1952 por iniciativa del doctor Gabriel Betancourt Mejía, quien fue su primer director.
El Icetex no es un Banco, ni tiene ánimo de lucro, sino una organización al servicio de la sociedad para que haya mayor acceso a la educación superior, la cual ha demostrado a través del tiempo el resultado exitoso de su actividad, contando con el apoyo de sucesivos gobiernos. Duele ahora que el gobierno Petro considere que debe dejar de existir y convertirse en Banco.
Absurdo impedir que el presupuesto del Icetex no dependa del nacional y el anuncio de que por falta de billones de pesos están en duda las convocatorias a partir del 2025, nos asiste la obligación de reconocer el servicio prestado a la comunidad, que ha ayudado a estudiantes con menores recursos y buen desempeño académico.
La ignorancia es el mayor enemigo del pueblo, lo mejor que puede hacer un Estado es financiar la educación, incluyendo la superior, eso parece no figurar en la apretada agenda del Gobierno que se empeña en destruir en lugar de construir. Sin embargo, pienso que Colombia entera agradece los setenta años del Icetex, entiende que sin razón valedera no cabe ninguna reforma y menos su clausura en detrimento de la educación.
La educación es un proceso de toma de decisiones políticas y sociales a través del cual los ingresos públicos y otros recursos se recolectan con la asignación correspondiente para cubrir los gastos del sistema educativo, las oportunidades de aprendizaje, especialmente en este mundo globalizado cuando progresa la tecnología, se refuerza el uso de la inteligencia artificial y se hace indispensable la capacitación al más alto nivel de profesionales que impacten.
CODA. – El presidente Petro representa a la Nación y no al M-19 del cual formó parte, como jefe de Estado tiene que parar el mal uso y despliegue de banderas del ya inexistente movimiento. Lamentable el incidente durante la imposición de la Orden de Boyacá al expresidente Pepe Mojica en Montevideo cuando se pretendió extender en su residencia una de estas banderas. Con todos los problemas que nos afectan, las investigaciones en curso, las malas noticias que proliferan, la caída de los proyectos de reforma en el Congreso y el descaecimiento de la rama ejecutiva del poder público, pretender que las dificultades presentes y la solución a las mismas pueden adelantarse con la proliferación de símbolos distintos de los inscritos en nuestra Constitución es gran equivocación. 1
*Exministro de Estado