Una de las noticias más importantes de esta semana fue el desmantelamiento de una red de extorsión que operaba desde la cárcel Modelo, en Bogotá, con un sistema similar al de los call center (centros de llamadas) y que estaba a cargo de una estructura delincuencial llamada La Cabina.
El ministro de las TIC, Mauricio Lizcano, entregó detalles de cómo operan los ‘call centers’ del terror en Colombia y cuáles son las cárceles desde donde se hacen más llamadas de extorsiones. Una de ellas es La Picota, ubicada en el sur de Bogotá.
«Estuve mirando los mapas de calor de donde salen y llegan las llamadas, y yo vi La Picota antier y realmente yo creo que hace más llamadas que un call center de Bogotá. La cantidad de llamadas que salen de La Picota es impresionante. Ni un call center de los que hay en la 26 hace más llamadas que las que salen de La Picota», dijo Lizcano.
El ministro también reveló que están en negociaciones para adquirir un software que sirva para bloquear las llamadas desde los operadores.
«64 % de las llamadas de extorsion en Colombia salen de las cárceles. Hemos venido trabajando con la fiscal en una mesa de trabajo a ver cómo bloqueamos las llamadas de las cárceles. Acabamos de venir de Costa Rica, de mirar un software para bloquear desde los operadores las llamadas, no desde los inhibidores, porque los inhibidores tienen otros problemas que inhiben a la comunidad, los apagan… Tristemente los funcionarios del Inpec se prestan para apagar los inhibidores; ellos entran los celulares».
A la pregunta de cuáles son las cárceles con más llamadas extorsivas, además de La Picota, el ministro mencionó a la Picaleña, de Ibagué. «La Picaleña, la de Ibagué, es una de las cárceles donde más extorsionan. La Dorada, en Caldas, La Picota y la Modelo son las cárceles donde más extorsionan en Colombia».
Respecto a lo que se busca en el software, Lizcano dio detalles de cómo funcionan ahora los ‘call centers’ del terror: «Lo que necesitamos es que realmente sí funcione en 5G y en otro tema que necesitamos bloquear y es el wifi, porque los inhibidores bloquean las llamadas normales, pero todo el mundo llama por WhatsApp, y ¿sabe qué hacen en las cárceles? Ponen wifi: se van al lado de la cárcel y ponen un wifi en una casa y entra el wifi a la cárcel y todo el mundo se conecta», concluyó.
/LaFM