La guerrilla del ELN, que anunció el jueves el reinicio de negociaciones de paz con el gobierno del presidente Gustavo Petro, amenazó con un nuevo ‘bloqueo armado’ a la población del Chocó, transportadores y comerciantes de esa región.
Según la advertencia de la propia Defensoría del Pueblo, el grupo armado ilegal les ‘ordenó’ a los pobladores del Chocó a confinarse por un tiempo indefinido.
«Hacemos un llamado contundente al ELN: revoque el paro armado indefinido anunciado a partir de este 9 de noviembre en las cuencas de los ríos San Juan, Sipí y Cajón que afectará gravemente a las comunidades», reclamó la Defensoría del Pueblo.
El organismo insistió en que «el hecho no solo vulnerará su libre locomoción, sino que pondrá en riesgo su derecho a la salud y la vida. La situación incrementará la difícil realidad de los pobladores que sufren la violencia y la falta de acceso a servicios básicos».
Y se preguntó: «¿Cuál es la coherencia entre estos actos y la búsqueda de la paz y el carácter político que pregona el ELN?».
Contradictorio: iglesia
La iglesia católica, a través del Obispo de Quibdó, Itsmina y Tadó, rechazó el anuncio de bloqueo armado del ELN en tres ríos del Chocó.
Monseñor Mario Álvarez afirmó en La FM que es contradictorio que mientras el Gobierno y el ELN acuerdan en Caracas un nuevo modelo de negociaciones de paz, en el Chocó un frente de esa guerrilla amenaza con acciones militares este fin de semana y afecta nuevamente a las comunidades que padecen los rigores del confinamiento y desplazamiento.
El prelado dijo que la situación tiende a agravarse por los enfrentamientos entre el Clan del Golfo y el ELN, que argumenta que el Ejército nacional protege a este grupo paramilitar y desarrolla una ofensiva contra esa guerrilla, por lo cual declararon el paro armado.
El obispo hizo un llamado al ELN para que respete a la población civil y no siga violando las normas del Derecho Internacional Humanitario.
Monseñor Álvarez indicó que la otra semana está previsto un encuentro pastoral en Itsmina y ya algunos de los diáconos le confirmaron que no van a raíz de las advertencias intimidatorias de la guerrilla.