El republicano Donald Trump se convirtió este miércoles 6 de noviembre en el presidente electo número 47 de los Estados Unidos tras conseguir 277 votos en el Colegio Electoral y derrotar a Kamala Harris en una campaña presidencial que tuvo acción hasta el último momento.
Aunque las proyecciones presentadas para el desarrollo de la jornada electoral en Estados Unidos mostraban un panorama de los más reñidos en la historia, la verdad fue otra.
Trump llegó a los 277 votos electorales y se llevó la presidencia luego de la confirmación de su victoria en Wisconsin que le dio los 10 votos finales para confirmar su nuevo periodo en la silla presidencial de la Casa Blanca.
El nuevo presidente ya lo sabía e incluso, horas antes, hizo su discurso proclamándose ganador. Kamala Harris, por su parte, canceló su aparición en público siguiendo las proyecciones que la daban como perdedora.
De los estados que se esperaba estuvieran más disputados y fueran los que definirían las elecciones, Trump ganó, hasta ahora, en Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin y está proyectado para conseguir la victoria en Arizona, Michigan y Nevada.
¿Cómo será la segunda presidencia de Trump cuando preste juramento el 20 de enero?
El millonario ha dado pinceladas. Prometió resolver la guerra en Ucrania y los conflictos en Oriente Medio, aunque no dijo cómo.
Escéptico del clima, se comprometió a cerrar de nuevo la puerta al Acuerdo de París y a perforar petróleo “a raudales”.
A nivel comercial prevé imponer aranceles para “traer de vuelta” a las empresas al país.
Parece especialmente preocupado por su vecino del sur. “Yo diría que México es un desafío tremendo para nosotros” porque “China está construyendo enormes fábricas de automóviles” en el país y “van a venderlos en Estados Unidos”, se quejó durante la campaña. “Sacar del negocio a los cárteles” de la droga fue otra de sus promesas.
Es mucho más vago sobre el derecho al aborto, cercenado por los jueces de la Corte Suprema que se jacta de haber nombrado.
Preocupan sus amenazas a lo que denomina “enemigo interno” y su sed de venganza.
El mundo, incluidos sus aliados, están nerviosos por lo que pueda hacer, pero ya han empezado a felicitarle. Los primeros han sido China, Francia e Israel.
Pocos detalles han trascendido sobre los futuros miembros de su gobierno, con dos excepciones. Declaró que confiaría un cargo en la administración al hombre más rico del mundo, Elon Musk, quien hizo campaña por él, y otro a Robert F. Kennedy Jr, vástago del clan político más famoso de Estados Unidos y activista antivacunas, posiblemente “en el cuidado de la salud”.
Queda al mando de la primera potencia mundial un hombre de 78 años, que se convertirá en el presidente de más edad en prestar juramento.
Es aún demasiado pronto para decir qué efecto tendrá su victoria en sus problemas judiciales. En teoría se expone a penas de prisión en varios casos.
A diferencia de Trump, que boicoteó la ceremonia de investidura de Joe Biden, el presidente demócrata ya se ha comprometido a participar en la suya y, según su portavoz, en un “traspaso pacífico del poder”.
Washington, Estados Unidos | AFP |