Maduro confesó que la ONU ha otorgado apoyos en la “lucha” contra el fascismo a Venezuela
En una entrevista con el canal de televisión multiestatal Telesur, el mandatario consideró que “ha habido dos grandes temas en la ONU”, donde este miércoles participó en su nombre el canciller venezolano, Yván Gil, quien denunció que existe una campaña de desinformación fascista en contra del Ejecutivo chavista.
“El primero (de los temas ha sido) el rechazo al sionismo de (el primer ministro de Israel, Benjamín) Netanyahu, del fascismo de (el presidente de Argentina, Javier) Milei, de la (líder opositora venezolana María Corina) Machado y de todos los cómplices del fascismo y de los crímenes contra los pueblos musulmanes”, sostuvo.
Asimismo, destacó que Venezuela es “una referencia mundial de cómo se combate el fascismo” y un “ejemplo de lucha”.
“Hemos recibido el apoyo del mundo (…) el segundo gran tema (ha sido) el apoyo a Venezuela, hemos recibido el apoyo hermoso a la lucha del pueblo de Venezuela contra el bloqueo, contra las sanciones y contra el fascismo”, prosiguió.
Reiteró que la ONU debe reinventarse para garantizar su continuidad.
En su comparecencia, Gil acusó a Washington de estar al frente de una “gigantesca operación”, en alusión al cuestionamiento internacional que ha recibido la reelección de Maduro en las presidenciales del 28 de julio, que no ha sido reconocida por numerosos países y es señalada de fraudulenta por el mayor bloque opositor, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
Sobre las presidenciales, destacó que los venezolanos pudieron “elegir con plenas garantías al jefe de Estado” y que Maduro “resultó reelecto con un apoyo claro y contundente”, si bien el Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha publicado los resultados desagregados que confirmen esta victoria, pese a que debía hacerlo hace varias semanas, según su propia normativa.
Gil dijo que la PUD -que asegura que su abanderado, Edmundo González Urrutia, ganó los comicios- “apeló una vez más al desconocimiento de las leyes” al denunciar fraude, y la responsabilizó por la “violencia fascista” desatada tras las elecciones, que incluyó protestas callejeras y detenciones masivas.