Diario del Cesar
Defiende la región

Venezuela y la geopolítica global

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El trino de Zelenski por las dolosas elecciones de Venezuela, donde Maduro y su kit institucional se autodeclararon victoriosos, muestra lo grave que sería para la región una crisis persistente en ese país.

Las declaraciones rimbombantes, de lugares comunes, las protestas diplomáticas vanas, el guabinoso talante de los buenos oficios regionales y la inane actuación de la OEA, dejan ver que importa un bledo si una democracia peligra. Interesa es el apoyo a la estabilidad, con cualquiera sistema. Que las naciones transcurran lo más tranquilamente posible, es la meta de la Comunidad Internacional, no la libertad. Se trata de asegurar que los conflictos geopolíticos globales no escalen con regionales que compliquen a las potencias en su lucha por competir económicamente, superarse militarmente y tener certeza de acceso al petróleo y demás energía, materias primas, agua y tecnología para una población cada vez más descontenta, vieja y asustada con la inmigración. El riesgo se corre en Gaza, Ucrania, varios países africanos con influencia china o rusa, y en Taiwán. Quién lo creyese, también asoma en Gran Bretaña!

EEUU, al debilitar su trono moral democrático, se contenta con apaciguar y, dudoso, ofrece amnistías, asilo y no extraditar. Todo vale con tal de no tener que usar la superioridad que dan las armas. Antes, esgrimían su perdida solidez democrática; hoy, que nada ponga en peligro el suministro de petróleo, actual y futuro.

Nadie se hará matar, motu proprio, por una democracia ajena. En Venezuela, pocos al momento se arriesgan por ella: prefieren irse que morir defendiéndola, como ya sucedió a más de una docena; los detenidos van en dos mil. Película ya vista en Cuba: los emigrados son furibundos defensores de la democracia desde Miami, pero no ponen su pellejo al sol cuando los más osados protestan para cambiar las cosas en La Habana. Lo que no logre la gente adentro, no lo hará nadie desde afuera.

Zelenski dijo que mercenarios pertenecientes a la organización Wagner se vieron en Caracas reforzando la Operación Tuntún contra las protestas electorales. No es de poca monta. Implica que los intereses rusos quieren pelechar en territorio del vecino, proveyéndole más equipo militar, ahondar la puja con EEUU y mejorar su palanca en Europa, si Putin decide terminar la guerra en Ucrania con una dura negociación. Pasó con los misiles cubanos: se retiraron, contra el levantamiento de los de EEUU en Turquía. Después de la muerte de su líder, Wagner fue copada por Putin. La operación en África sigue, con respaldo del mindefensa e inteligencia rusos. Moscú reconoció a Maduro, “aliado estratégico”, temprano el 29 de julio.

China también madrugó a reconocerlo. Sus intereses son el acceso a petróleo y gas venezolanos y a cuidar los sesenta mil millones de dólares invertidos allí. También comparte con Rusia e Irán su decisión de emular con los EEUU en todos los campos. Irán por su parte es socio nuclear, petrolero y de sanciones. Comparte el resentimiento que se deriva de éstas y una historia de enfrentamiento con Occidente por el terrorismo global.

Que nos adentremos vía Venezuela en las luchas geopolíticas globales, podría acelerarse con acciones militares, ya propuestas por Caracas, contra Guyana.

Solo una negociación de salidas, acordadas con EEUU para Maduro, sus conmilitones y apoyadas por la región, propiciaría el inicio de una transición lenta en enero próximo que cambie las cosas en el mediano plazo, sin contar con el fallo del TSJ.

La aspiración ingenua de Petro, a punta de X, de liderar la paz en Gaza, Ucrania y Venezuela, atizaría conflictos que arrastrarían a Colombia, con el ELN en medio y altísimo costo propio, abriendo otro frente regional al caos global.

Itamaraty sabe dónde pone la garza: convenció a Lula que es mejor perder a Maduro que arriesgar la hegemonía regional de Brasil en un conflicto regional abierto, hoy posible, como el de Corea en los cincuentas.

*Exministro de Estado