Diario del Cesar
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El Gobierno de Colombia publicó un comunicado en el que advierte que «se agota el tiempo» para renovar el cese al fuego con el ELN.

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A menos de un mes de que el cese del fuego bilateral entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional (Eln) pierda vigencia -culmina el 3 de agosto-, la delegación de paz del Ejecutivo les solicitó a su contraparte en la mesa “retomar las labores” y trabajar de manera conjunta para descongelar los diálogos.

En un comunicado publicado en las últimas horas, la delegación de paz menciona el informe trimestral leído por Carlos Ruiz Massieu, jefe de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, ante el Consejo de Seguridad del organismo y las recomendaciones de este último.

“La Delegación de Paz (…) recibe con atención las recomendaciones del Consejo de Seguridad sobre aspectos y preocupaciones particulares del proceso, todas ellas fundamentales: la valoración de los acuerdos alcanzados en la participación y del cese al fuego que se adelanta desde hace once meses con esta organización armada rebelde”, se lee en el comunicado.

A renglón seguido, hacen énfasis en el llamado que hizo el organismo para que las partes superen la crisis. “Advierte (la ONU) con preocupación que las labores del proceso se encuentran paralizadas, tanto en los compromisos adquiridos con el desarrollo de la participación de la sociedad civil en la construcción de la paz, como en la necesaria preparación de la prórroga del cese al fuego vigente, que expira en la primera semana de agosto, y cuya renovación exige trabajos y discusiones detalladas”, agregaron desde la delegación de paz.

Sobre este último asunto, la delegación del Gobierno le solicitó una reunión a los voceros del Eln para “resolver de manera bilateral y constructiva” las dificultades que se han presentado en la mesa.

La piedra angular de la política de paz del Gobierno es sin duda este proceso de negociación entre el Gobierno y el Eln. Es la mesa con mayores avances y la que más acuerdos parciales ha logrado (28 en total).

Pese a esto, el proceso atraviesa por un momento de incertidumbre, uno que el propio ‘Antonio García’, máximo comandante de la guerrilla, no ha dudado en definir como “un congelamiento”. Este enfriamiento de la negociación de paz se ha nutrido de diferentes episodios, varios de los cuales han puesto en jaque el proceso.

El más reciente tiene que ver con la crisis suscitada por los diálogos regionales en Nariño, que derivó en la separación del Frente Comuneros del Sur de la dirección nacional de la guerrilla, y la decisión de ese grupo de romper el acuerdo sobre el final del secuestro. Por tal motivo, ambas partes no se sientan en un ciclo formal desde febrero.

“(La ONU) también deja constancia de su insistencia en solicitar y continuar solicitando a la instancia competente del manejo de los diálogos en Nariño con una estructura que perteneció al Eln, resolver esta nueva situación, enmarcando su tratamiento dentro del diálogo social regional. Esto, reconociendo las dinámicas territoriales, pero reafirmando a la Mesa Nacional como la instancia de negociación con el Eln”, manifiestan en el escrito.

Por último, la delegación del Gobierno insistió en la necesidad de que los diálogos “se normalicen, preserven y fortalezcan a la mayor brevedad”.