Un accidente aéreo en 1995 que dejó 52 muertos y solo una sobreviviente estremeció a Colombia. Han pasado 29 años y Érika Delgado, quien en ese entonces tenía 9 años, habló en La W, con Julio Sánchez Cristo, por primera vez sobre este suceso que le marcó la vida.
“Siguen pasando los años y me sigo preguntando cómo sobreviví. Hoy creo que es una experiencia difícil de manejar, estoy viva gracias a Dios, a que no era mi momento”, dijo.
En diálogo con La W revivió esa noche en la que ella y su familia decidieron abordar el avión con destino a Cartagena.
“Es difícil recordar con exactitud lo que pasó hace tanto tiempo. Luego del accidente estuve con psicólogos y psiquiatras. Durante el accidente del vuelo, salíamos de Navidad desde Bogotá, nos dirigíamos con mis papás y mi hermano hacia Cartagena. El vuelo fue a las 7:00 de la noche”, relató.
“En el accidente yo estaba en la sala sentada, al lado mío estaba mi padre y en los dos asientos siguientes estaba mi mamá y mi hermano. El vuelo inició normal, lo rutinario, y a la media hora posterior empezó a haber turbulencia y en ese momento perdí el conocimiento”, agregó.
Aclaró que ella nunca vio algún cuerpo o elemento del avión, cosa que han dicho durante estos años.
“Me encontró alguien de la ciénaga y me movieron en brazos porque no podía caminar, tenía el tobillo fracturado. Yo era muy pequeña y poco sabía de lo que estaba pasando”, mencionó
Asimismo, indicó que para ella fue todo muy confuso porque pasó de estar en un momento en el aire a un hospital: “son muchas cosas que no puedo responder”.
A pesar de este trágico hecho, hoy en día Érika monta con normalidad en avión, incluso reveló que lo hace regularmente. No obstante, al estar a bordo de estas aeronaves aún siente nervios, pero la calma viajar en la ventana.
Por suerte, físicamente no le quedaron remanentes del accidente y está completamente sana “Las fracturas que tuve con el tiempo sanaron, por ese lado que fue un milagro”.
Tras el accidente, amigos del colegio y del barrio, familiares acudieron al hospital a verla para apoyarla en ese momento tan difícil de su vida.