María Corina Machado: “Voy a inscribirme y voy a enfrentar al que ellos pongan, sea Maduro o al candidato que les dé la gana”
La fundadora del movimiento político Vente Venezuela afirma que está en la vía correcta para derrotar a Nicolás Maduro en las esperadas elecciones presidenciales del próximo año
María Corina Machado, fundadora del movimiento político Vente Venezuela y arrolladora vencedora de los comicios primarios de la oposición para enfrentar a Nicolás Maduro en las esperadas elecciones presidenciales del próximo año, se negó a recurrir contra la inhabilitación que le impediría postularse y cuyo plazo venció el viernes.
“Si a mí no me han notificado de procedimiento alguno, difícilmente puede haber lapso alguno corriendo, ¿verdad?”, dijo la exdiputada al alegar que no ha sido notificada formalmente de una inhabilitación.
Si bien, expertos señalan que su negativa podría empeorar las cosas dentro de la mesa de negociación entre la oposición y el Gobierno, la candidata se siente “respaldada” por el pueblo venezolano y segura de que está en la vía correcta para derrotar al chavismo.
Usted ha señalado que su inhabilitación para poder ser candidata en las elecciones de 2024 es un asunto político y no jurídico, por lo que debe resolverse con negociaciones. ¿Por qué decidió no recurrir el tema ante el Tribunal Supremo de Justicia?
—Este es un tema que los venezolanos lo entendemos bien porque sabemos lo absurdo que significa en estos momentos hablar de justicia en el país. En Venezuela no hay ley, el régimen controla totalmente el poder judicial y lo usa para para perseguir o para dañar a personas que no son aliados del sistema. En el caso de mi inhabilitación se trata verdaderamente de un exabrupto porque no hay un acto, no hay un procedimiento, yo no he recibido ni un papelito donde me especifiquen en qué consiste la supuesta inhabilitación que es totalmente inconstitucional. En ese sentido, yo ya lo he dicho claramente: los plazos los pone la ley y no los puede poner el régimen y, en mi caso, ni siquiera ha empezado a correr ningún plazo porque no hay nada que recurrir. No hay acto en mi contra que deba defender.
Lo cierto es que, si pesa dicha inhabilitación, usted no se podrá inscribir como candidata. Se habla de que Gerardo Blyde, el negociador de la oposición con el Gobierno, podría sustituirla. ¿Es esta la propuesta?
—Absolutamente no existe esa opción. Sencillamente no hay otro plan porque la sociedad venezolana ya decidió al respecto el 22 de octubre, cuando celebramos las consultas primarias, y fue una decisión muy consciente porque vale recordar que el anuncio de esta supuesta inhabilitación fue en el mes de junio. O sea que la gente estaba clarísima cuando fue a votar de por qué y por quién lo estaba haciendo. De modo que no es Maduro el que va a escoger quién lo va a enfrentar. Yo voy a inscribirme y voy a enfrentar al que ellos pongan, sea Maduro o al candidato que les dé la gana y lo vamos a derrotar. Cada cosa en su momento.
¿Le preocupa que el gobierno de Nicolás Maduro evite a toda costa que usted pueda ser candidata?
—Créeme que esto no es un punto que a mí me preocupe en este momento. Llegará el momento de atenderlo como lo que es: un acto de orden político que demuestra que el régimen tiene miedo de enfrentarme porque sabe que vamos a derrotarlos. Pero, por ahora, nuestro foco tiene que estar en lo que depende de nosotros, que es la construcción de fuerzas ciudadanas en organización. Por eso, estoy hablando con todas las organizaciones sociales, con los movimientos culturales, religiosos, comunitarios, con los demás partidos políticos, con todo el mundo. Tenemos tareas y en eso es que yo me concentro en estos momentos.
Si bien usted ganó las primarias con el 92.3 % de los votos, sin duda, el gran desafío de la oposición en los últimos años ha sido la unidad. ¿Cuál es su relación en estos momentos con los otros partidos opositores?
— Si algo dañino nos hizo este sistema en estos más de 20 años ha sido tratar de fragmentar y dividir a la sociedad venezolana con base en todos los criterios: ricos y pobres, blancos y negros izquierda y derecha, los que estamos en Venezuela, los que se han ido… Pero, este año creo que hemos visto un movimiento de reencuentro alrededor de lo que la mayoría queremos: que nuestros hijos vivan en un país con futuro, donde tengamos la mejor educación del mundo, donde la gente pueda llegar a la tercera edad con dignidad, donde nuestros seres amados puedan sentirse seguros de regresar a Venezuela. Eso es un sentimiento tan poderoso que creo que en estos momentos la oposición en conjunto lucha por ese sentimiento que no es más que una lucha espiritual.
Usted ha hecho llamados al presidente Gustavo Petro para intervenir en el caso de su inhabilitación, ¿ha recibido respuesta?
—Estoy convencida de que el presidente de Colombia, por muchas razones, tiene una voz importante que debe hacer valer en este momento. En primer lugar, porque dada nuestra historia y nuestra cercanía, todo lo que pasa en Venezuela se refleja e impacta a Colombia. La migración es lo más tangible y todos sabemos a estas alturas que la migración venezolana no se va a detener mientras Maduro está en el poder porque al final la gente no tiene otra opción cuando no ve un futuro en su país. De modo que yo siento que Colombia sería uno de los primeros interesados en que existiese una transición pacífica y ordenada por la vía electoral en Venezuela. Hablando particularmente del actual gobierno colombiano, recordemos que fue el presidente Petro el que convocó a una conferencia internacional en abril donde 20 países estuvieron de acuerdo en que en Venezuela tienen que haber elecciones libres y competitivas.
¿Ve entonces un respaldo en la figura de Gustavo Petro?
—Sobre mí pesa una inhabilitación, a pesar de que soy la persona que legítimamente el pueblo escogió como su candidata. Creo que Gustavo Petro entiende perfectamente la situación porque él mismo lo vivió en carne propia, pues pasó por una circunstancia similar y tuvo la protección del Sistema Interamericano. Entonces, yo creo que es un momento en el cual yo sí espero que el gobierno de Colombia mantenga una posición firme y coherente sobre lo que está ocurriendo en Venezuela y lo que debe hacer el gobierno de Maduro para poder cumplir sus propias palabras y compromisos.
Con relación al alivio de sanciones de Estados Unidos al gobierno de Nicolás Maduro y a la presión de la administración de Joe Biden para que haya garantías de un proceso electoral justo, ¿se mantiene en contacto con Washington?
—Evidentemente, estoy en contacto con cancillerías y gobiernos de todo el hemisferio. Todos sabemos que nuestro territorio se ha convertido en un santuario para las actividades criminales que tienen repercusión transnacional por cuenta de bandas delictivas como el Tren de Aragua y hasta la guerrilla del ELN, que hoy en día tiene más hombres operando en Venezuela que en Colombia. Entonces, evidentemente, esto es un tema que le compete y es prioridad para los países del hemisferio y en particular, en mi caso, para Estados Unidos. Si bien yo no hago parte de la delegación que firmó el acuerdo reciente en Barbados, todos estamos afectados por el desenlace que el mismo tenga.
En especial porque hay promesas que no se han cumplido…
—Exactamente. El régimen que estableció Maduro aseguró que iba a cumplir con algunos aspectos que al día de hoy no ha cumplido y, evidentemente, esto implica la revisión por parte de los involucrados en el futuro avance o no de este espacio de negociación. Pero, en todo caso, yo quiero dejar esto muy claro: a nosotros no nos van a sacar de la ruta electoral, seguimos avanzando, organizándonos y preparándonos para sortear cada obstáculo y derribar cada barrera que nos pongan.
En ese sentido, ¿usted realmente cree se convoque una fecha electoral para el próximo año?
—Bueno, yo creo que Maduro podría preferir no hacerlo. Y, si eso pasa, creo que sería un error. Yo creo que incluso a ellos también les conviene avanzar por una ruta que nos permita una transición pacífica y ordenada. Pero, una cosa es lo que quieran y otra cosa es realmente lo que puedan hacer. Yo siento que lo que está ocurriendo en el país es muy poderoso, el régimen perdió totalmente su base social e incluso su capacidad de represión está seriamente mermada porque los militares y policías también son padres de familia, hermanos o hijos que llegan a sus casas y ven a su familia pasando hambre. Mira lo que ocurrió el 3 diciembre en el referendo que convocó Maduro sobre el Esequibo, extorsionó, amenazó, presionó y, aun así, la gente no votó. Vivimos en unos momentos en los cuales la presión ciudadana está creciendo. Maduro tendrá que entender que, por su propio bien, debe aceptar los términos de unas elecciones competitivas.
El conflicto territorial que enfrenta Venezuela con Guyana provocó órdenes de detención contra 14 dirigentes opositores. ¿Cuál es su postura?
—El referendo convocado por Maduro fue una demoledora derrota que sufrió el régimen. Y creo que es un error lo que hicieron contra los dirigentes opositores dedicados a causas que tienen eco internacional. Pero, creo que fue una cosa tan burda que al final se le revierte al régimen. Este es un momento en el cual, obviamente, tenemos que defenderlos y lo que yo pido es que me ayuden a elevar sus nombres y su causa para que el mundo entienda lo que aquí está ocurriendo. Pero, que les quede claro, a mí no me van a amilanar ni me van a detener o a debilitar con estas acciones.
Usted ha dicho que Nicolás Maduro usa lo del Esequibo como distracción. ¿Por qué?
—No solamente es una situación muy desafortunada sino peligrosa. Aquí no hay que subestimar nada ni lo que el régimen es capaz de hacer, incluso tratar de buscar una escalada bélica para para crear otro escenario, mover el tablero y poder salirse del camino que lleva a unas elecciones libres y justas. Yo no lo veo sencillo. Creo que a estas alturas a lo que apelo es a la sensatez, incluso de personas dentro del propio chavismo, para que entiendan que esto es un camino peligroso e inconveniente para todos, desde luego en especial para la región y para las personas que habitan estas zonas.
Pero, en todo caso, usted defiende la postura venezolana sobre la disputa…
—Ningún venezolano duda, y yo creo que cualquiera que estudie el caso del Esequibo tampoco, de cuáles son los derechos de Venezuela sobre este territorio, ahí están todos los argumentos. Pero, desgraciadamente, Hugo Chávez, y después Maduro, han actuado con total irresponsabilidad desconociendo la posición histórica de todos los gobiernos que tuvimos previamente en los último 100 años. Con sus acciones, llevaron la situación a un nivel en el cual ahora se va a dirimir el conflicto ante la Corte Internacional de Justicia nos guste o no nos guste, eso es una realidad. Por lo tanto, nosotros tenemos que cumplir con nuestro deber de ejercer una defensa impecable de los derechos de Venezuela y presentar una contra memoria inobjetable donde esté toda la información formulada por los mejores expertos venezolanos y del exterior. Este es un tema que debe ser manejado como de política de Estado porque es nuestra seguridad, soberanía e integridad territorial la que está en juego.
Esta no es la primera vez que la oposición intenta sacar a Nicolás Maduro del poder por la vía democrática. ¿Cuál cree que es la diferencia ahora?
—Ha sido un camino muy largo. Son más de 20 años en donde todos hemos tenido pérdidas enormes, muchas irrecuperables. Pero, los errores y los aciertos nos van forjando. Creo que los venezolanos estamos más unidos que nunca y siento que esa cohesión de la sociedad venezolana la podemos convertir en una fuerza real. Además, junto con la comunidad internacional sabemos que estamos ante una inmensa oportunidad de cambio donde Venezuela es clave en temas como la seguridad energética. Por eso, insisto: no nos van a sacar de aquí, Venezuela es otra. Se cerró un ciclo político de odio y división, y aunque esto esté lleno de obstáculos y de desafíos, seguimos cada día un paso más cerca de lograr el cambio que todos queremos.