Taxista fue arrollado por chofer borracho y perdió una pierna
Eelìas Pacheco Lindarte, de 60 años, quedó con la pierna destrozada, por lo que fue amputada para evitar otras complicaciones, en la clínica Alta Complejidad de Valledupar.
En la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Alta Complejidad de Valledupar, se debate entre la vida y la muerte el taxista Elías Pacheco Lindarte, de 60 años, luego de ser arrollado por un vehículo particular en la calle 44 con 19E, en inmediaciones al barrio Valle Meza de esta capital.
Los hechos ocurrieron a las 8:30 de la mañana de este lunes, cuando el adulto mayor, quien conducía un taxi de placas UWS-902, se orilló para tomar un servicio y al bajarse para ayudar con el equipaje a sus pasajeros, fue sorprendido por un vehículo Mazda, de color negro, que iba sin control y conducido por un sujeto en presunto estado de embriaguez.
Pacheco Lindarte recibió todo el golpe en la pierna derecha, la cual debió ser amputada. Entre tanto, las dos pasajeras que habían solicitado el servicio recibieron heridas leves y fueron identificadas como Norma Ospino, de 50 años, y Lina Marcela de 22 años.
Julio Domínguez, vocero del gremio de taxistas, manifestó que Elías Pacheco Lindarte ha sido conductor de taxi por más de 30 años, y el accidente ocurrió cuando cumplía con sus labores.
“Tenemos entendido que el responsable de este hecho, estaba conduciendo en estado de embriaguez, fue trasladado hasta el hospital de La Nevada para practicarle la prueba de alcoholemia, pero el médico sólo le hizo un examen físico y certificó su buen estado de salud. Hubo mucha pérdida de tiempo, las horas pasaron y evidentemente los efectos del alcohol sobre la persona quizás ya no eran evidentes, sin embargo, pedimos que se investigue y este caso no quede impune”, aseguró.
Yulieth Pacheco, hija del taxista herido, pide justicia y que el responsable pague por el daño causado. “Tenemos entendido que el conductor conducía en estado de embriaguez, pero todos se están lavando las manos y nadie responde por este lamentable caso”.
Familiares, denuncian además que los agentes de tránsito tampoco tenían los elementos para realizar la prueba de alcoholemia, situación que dilató aún más el proceso.