Las diosas griegas de Dior en la pasarela
La simplicidad de una diosa griega en el desfile Dior y el surrealismo marca de la casa Schiaparelli protagonizaron el arranque de la Semana de la Alta Costura femenina en París.
Con enormes volúmenes, vestidos en blanco, negro, dorados y plateados, Schiaparelli hizo honor a su reputación de vanguardia ganada hace un siglo con sus colaboraciones históricas con personajes como Salvador Dalí o Man Ray.
De la mano de su director artístico, Daniel Roseberry, la casa propuso un show espectacular ante celebridades como la rapera Cardi B o las actrices Gwendoline Christie et Philippine Leroy-Beaulieu, en el Petit Palais de París.
El objetivo era una interpretación “surrealista del vestuario cotidiano femenino”, con blusas blancas, cuellos de cisne negros y abrigos de proporciones exageradas.
Por su lado Dior invocó a los dioses griegos para presentar una colección de alta costura particularmente simple, sin tacones, forros ni volantes.
Un vestido largo de lana blanca con capa a juego abrió el desfile en el Museo Rodin de París, en un decorado diseñado por la artista italiana Marta Roberti.
A pesar de los graves incidentes en toda Francia tras la muerte por disparos policiales de un joven de 17 años, la alta costura arrancó sin percances.
“Salvo disposición en contrario de las autoridades”, los desfiles “se realizarán” según lo previsto, aseguró la Federación de Alta Costura y Moda francesa.
El indio Rahul Mishra presentó un homenaje a las lentejuelas y al savoir faire de los artesanos de sus talleres, reputados en el mundo de la moda.
Mishra presentó una mujer muy sofisticada, con enormes lazos en forma de flores centelleantes que cubren el cuerpo.
Dorado lamé, transparencias hábilmente situadas para sugerir el cuerpo, grandes tacones cubiertos por medias negras o plateadas.
La novedad viene de la mano de los hombres, que desfilaron por primera vez en un show suyo en París, también con lentejuelas.
Para los próximos días se espera el desfile inaugural de dos debutantes, el francés Charles de Vilmorin y el estadounidense Thom Browne. AFP