Diario del Cesar
Defiende la región

Cuaresma, tiempo para volver a Dios

INVITACIÓN DEL MIÉRCOLES DE CENIZA

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* La Iglesia Católica sostiene que con el recibimiento de la Cruz de Ceniza estamos invitados a volver a lo que realmente somos y a volver a Dios y a los hermanos.

Con mucha devoción los samarios y turistas participaron de la ceremonia del Miércoles de Ceniza, como es tradición, los feligreses asistieron a las parroquias para hacer parte de la Santa Eucaristía.

Los sacerdotes de la ciudad e incluyendo al Obispo de la Diócesis de Santa Marta, monseñor José Mario Bacci Trespalacios, hicieron eco del mensaje que desde el Vaticano emitió el Papa Francisco para la toda la comunidad católica que se dispone a celebrar con mucho fervor y devoción la Cuaresma.

“La Cuaresma es el tiempo favorable para reavivar nuestras relaciones con Dios y con los demás; para abrirnos en el silencio a la oración y a salir del baluarte de nuestro yo cerrado; para romper las cadenas del individualismo y redescubrir, a través del encuentro y la escucha, quién es el que camina a nuestro lado cada día, y volver a aprender a amarlo como hermano o hermana”, lo dijo el Papa Francisco en su homilía, en la Santa Misa con el rito de bendición e imposición de las Cenizas, con el cual se inició el Tiempo de Cuaresma, y los sacerdotes de Santa Marta así lo ratificaron con sus respectivos mensajes.

Por eso, la Iglesia Católica sostiene que la Cuaresma es el tiempo favorable para volver a lo esencial, para despojarnos de lo que nos pesa, para reconciliarnos con Dios, para reavivar el fuego del Espíritu Santo que habita escondido entre las cenizas de nuestra frágil humanidad. Es el tiempo de gracia para llevar a cabo lo que el Señor nos ha pedido en el primer versículo de la Palabra que hemos escuchado: Vuelvan a mí de todo corazón.

La invitación era que mientras se inclinaba la cabeza, con humildad, para recibir las cenizas, traer a la memoria del corazón esta verdad: somos del Señor, le pertenecemos. Existimos porque Él ha exhalado el aliento de la vida en nosotros.

Por ello, la Cuaresma es el tiempo favorable para convertirnos, cambiar la mirada antes que nada sobre nosotros mismos, para vernos por dentro.

“Cuántas distracciones y superficialidades nos apartan de lo que es importante. Cuántas veces nos centramos en nuestros deseos o en lo que nos falta, alejándonos del centro del corazón, olvidándonos de abrazar el sentido de nuestro ser en el mundo. La Cuaresma es un tiempo de verdad para quitarnos las máscaras que llevamos cada día, aparentando ser perfectos a los ojos del mundo; para luchar, como nos ha dicho Jesús en el Evangelio, contra la falsedad y la hipocresía”, manifestó el Papa Francisco.

Continuó diciendo que “La Cuaresma es el tiempo favorable para reavivar nuestras relaciones con Dios y con los demás; para abrirnos en el silencio a la oración y a salir del baluarte de nuestro yo cerrado; para romper las cadenas del individualismo y redescubrir, a través del encuentro y la escucha, quién es el que camina a nuestro lado cada día, y volver a aprender a amarlo como hermano o hermana. Como hemos escuchado en el Evangelio, Jesús nos advierte: no se trata de ritos exteriores, sino de gestos que deben expresar una renovación del corazón”.

Y por ello, estamos invitado a recordar que, “en la vida personal, como en la vida de la Iglesia, lo que cuenta no es lo exterior, los juicios humanos y el aprecio del mundo; sino sólo la mirada de Dios, que lee el amor y la verdad”.