Diario del Cesar
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El regreso de Carlos Vives a la actuación

HOY, DEBUTA EN ‘EL CLUB DE LOS GRAVES’

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Hace 30 años a Carlos Vives lo enviaron directamente al grupo de los Graves, ese combo de personas que estaban haciendo algo diferente en la música pero que la industria no quería aceptar.

Ese momento en que decidió apostarle al encuentro de la música de raíz y los sonidos contemporáneos junto a La Provincia, con un álbum como ‘Clásicos de la Provincia’, rechazado por los puritanos de la música pero que rápidamente entró en el corazón de un público que lo acogió de principio a fin.

Uno de los motivos por los cuales, tras tres décadas sin actuar, decidió aceptar la propuesta de Disney de protagonizar la serie ‘El Club de los Graves’, que se estrena este miércoles en su plataforma, y además, encargarse de toda su producción musical.

En ella, Vives interpreta a Amaranto Molina, quien es un profesor de música, pero en realidad es un mentor que busca que sus alumnos encuentren su propio camino y sean felices en ese recorrido, lo que va en contra de las normas de la institución, dirigida por Eduardo Kramer (Julián Arango), quien ha desarrollado un método que supuestamente llevará a los alumnos al éxito comercial.

Cada quien se encargará de un grupo distinto. Mientras Kramer contará con cinco alumnos en el grupo de Los Agudos, con su rígido método, Molina estará dirigiendo a ‘Los Graves’ en búsqueda de utilizar la música como un mecanismo transformador de vidas.

Además, en la serie tiene un personaje importante su pequeña hija Elena, además de unas apariciones especiales de su esposa, Claudia Elena y su hijo Pedro.

DE VUELTA A ESCENA

¿Qué fue lo primero que pensó cuando le hicieron la propuesta de volver a la actuación?

“Hay un equipo muy hermoso que siempre estuvo conectado con Disney. Productores colombianos que trabajaron conmigo desde la época de ‘Pequeños Gigantes’, y desde siempre estuvimos conectados con las ganas de hacer cosas juntos en la que se involucrara la música y que este proyecto podría ser con Disney, por lo que fui testigo de toda esa búsqueda. Así que fue un proceso largo”.

¿Cómo fue trabajar en la música de esta serie?

“Fue un viaje emocionante y un trabajo en equipo hermosísimo. Fue una especie de antropología musical con un equipo de producción, de la mano de lo que los guionistas proponen en la historia, descubriendo cada uno de los personajes, donde se cuide la historia pero que sea representativa del personaje. Todo bajo el sello de Disney.

Pero también con un especial sabor de lo local, que se va uniendo a la música nuestra, pero también a la más contemporánea.

Hay músicos involucrados de Gaira, mi equipo de producción con La Provincia y pensar en la música que se monta con coreografía y que se integra a una escena. Todo fue maravilloso”.

¿Y volver a la actuación 30 años después?

“Fue muy emocionante. Necesité retomar estudios y lanzarme a las tablas. Tuve un elenco increíble que me dieron toda la confianza”.

¿Pero cómo fue la construcción de un personaje y volver a las jornadas de grabación de una serie?

“Fue todo un proceso donde Disney nos ha acompañado en todo momento. Mi hija Elena también quiso trabajar en la historia en uno de los personajes jóvenes y ella se le midió, por lo que nos fuimos a estudiar juntos.

Contamos con todo tipo de ayudas para volver al ejercicio teatral de meses de trabajo y preparación. Realmente muchas cosas han cambiado desde aquellos años de televisión, hoy en día existen mucho más ayudas y se nota el crecimiento de la industria de producción audiovisual en Colombia”.

¿Difícil trabajar junto a su hija?

“Uno no pretende ser un Kramer con sus hijos, de imponer cosas y uno quiere que vayan viviendo sin afanes, por lo que no dejó de sorprenderme que quisiera entrar en este proyecto.

Verme un poco en ella en la pasión, que uno no debe perder nunca, esa emoción que siento que no he perdido, pero era ver esa inocencia cuando uno empieza a trabajar en esto es una cosa muy hermosa.

También aparecía el yo papá para decirle juicio, devolverla al orden, que conociera los códigos que se manejan en un set de grabación, porque con tantos pelaos en el elenco y la alegría de todos, y con unos programas estrictos de grabación, había que generar la disciplina”.

¿Qué recuerda de esa vieja escuela de la actuación en Colombia?

“Yo me crié trabajando con actores de una generación mucho mayor, que eran maravillosos, que conformaron una gran escuela de actuación colombiana, que incluso, a algunos directores no les gustaba, pero yo trabajé con ellos en muchos proyectos y amé esa escuela”.

MENSAJE CLAVE

¿Cuál es el principal mensaje que lleva esta serie?

“Creo que el principal mensaje es que cada persona es un mundo, que está conformado por su educación, por su lugar de origen, cosas muy valiosas de cada ser humano, pero caemos en el error de uniformarlos a todos, de pedirles lo mismo. Es la búsqueda de esa pedagogía para poder sacar de cada quien lo mejor. El profesor Molina, al final del día, lo que busca con sus alumnos es que sean felices, con la esencia de cada uno y en el camino en el cual ellos se sienten cómodos”.

¿En su vida tuvo maestros como Molina o Kramer?

“No recuerdo muchos profesores como Eduardo Kramer, que rompen con los sueños y los ideales de sus alumnos, pero si me he encontrado con este tipo de personajes dentro de la industria de la música, en especial cuando te metes con la identidad y la industria quiere uniformar la música. Si yo les hubiera parado bolas a todos los que me decían que no debía hacer la música que hice, no hubiera hecho un carajo. Pero si tuve muchos profesores Molina en mi vida, como el de matemáticas o el de química, que me entendieron y sabían por dónde era el camino que quería recorrer”.

Interpreta al profesor Molina, ¿Qué aprendió de esta profesión de ser maestro?

“Que es muy importante y a la vez, subestimada. La importancia del mentor, del guía, más allá de llenar de información y conocimiento a sus alumnos, que es necesaria, pero es más importante por las cosas que da y que son valiosas en la vida, que se puede compartir siendo una persona mayor que va de regreso y se encuentra con esos pelaos que van de ida”.

¿Qué le diría a los jóvenes que quieren seguir una carrera musical como la de Carlos Vives?

“Les diría que se cultiven, que se preparen, que lean, porque la industria le vende mucho humo a los jóvenes, por lo que hay que tener valores para no ser una veleta que lo mandan a donde le digan, y eso se logra con bases sólidas.

Todo el mundo quiere ser artista, todos quieren triunfar, hacer dinero, llegar a Hollywood, todos sueñan, pero todo esto puede producir un gran daño en el joven cuando no le enseñaron tener los pies sobre la tierra”.