Diario del Cesar
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Dos puentes están a punto de colapsar en Curumaní

POR LAS FUERTES LLUVIAS

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Dos puentes de la vía nacional, ubicados sobre la quebrada San Pedro y Caño Largo, jurisdicción de Curumaní, Cesare, están a punto de colapsar, por las fuertes precipitaciones que se han registrado en las últimas horas y que han causado estragos en el departamento.

Por ello, los campesinos de la zona lanzan un S.O.S a las autoridades departamentales y nacionales, para que tomen acciones y se evite el desplome de estos dos puentes que son de gran importancia para la localidad, ya que son el punto de acceso a la zona y por donde se transitan los cultivos, principal fuente de ingreso económico de los agricultores de la zona.

Al respecto, el alcalde de Curumaní, Henry Chacón, manifestó que los árboles ubicados en estos tramos viales, requieren mantenimiento por parte de la Corporación Autónoma del Cesar (Corpocesar), ya que con estas lluvias muchos se han caído generando un taponamiento que puede ser catastrófico para la zona.

De igual manera, dijo que requieren la construcción de gaviones y muros de contención para proteger el costado de los puentes y evitar que el lodo siga llevándose la bancada de la vía. En esta zona circulan alrededor de 15 mil vehículos al día.

“El aguacero del pasado miércoles, que solo fue de dos horas, ha generado esta alerta. Si se presentan lluvias más intensas, cederían los puentes y quedaríamos incomunicados con el resto del país, incluso afectaría a todo el departamento porque no habría manera de abastecernos de los productos que llegan de otras ciudades”, alertó.

Juan Carlos Mena, presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda El Bolsillo, manifestó que los árboles que bordean el puente se han venido cayendo por los fuertes aguaceros, lo que está generando un taponamiento que ocasionaría deslizamientos en las próximas horas.

Por tal motivo, los campesinos hacen un llamado al gobierno departamental y nacional para que les brinde el apoyo, ya que esta situación viene afectando a más de 2.500 habitantes, que han sido afectados por el desbordamiento de los ríos Simita, Animito, Anime, Caño Largo y San Pedro.

En la zona, las cosechas también se están perdiendo, muchos tratan de salvarla, pero no hay manera de evitarlo y mucho menos transportarlas para su comercialización, afirman los campesinos.