Diario del Cesar
Defiende la región

El escritor y el profeta

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García Márquez no solo fue un excelente escritor sino que además tenía condiciones de  profeta. ¿Quién, en 1960, se iba a imaginar que el papa visitaría a Colombia y que lo iba a recibir un presidente chiquito y rechoncho como lo era Carlos Lleras y que su ministro de Gobierno, en su realismo mágico, tocara el redoblante en la plaza, y se llamara Pastrana (en el relato Pastor y en la vida real Misael)? Solo un profeta podía adelantarse así a los hechos. En el primer capítulo de “Cien Años” predijo la llegada del internet.

Pero también, en el homenaje que Gabo les hace a sus amigos de Barranquilla –-Álvaro, Germán y Alfonso—, en las páginas finales, también de “Cien Años”, asegura que Álvaro fue el primero que atendió el consejo de abandonar a Macondo: “Lo vendió todo, hasta el tigre cautivo que se burlaba de los transeúntes en el patio de la casa, y compró un pasaje eterno en un tren que nunca acababa de viajar”.

Pues Álvaro, Álvaro Cepeda Samudio, fue el primero de ellos que partió, muy joven, hace cincuenta años, como se ha recordado por estos días. También cuentista, novelista, periodista y con fugaz incursión en el cine. De él se pudo esperar mucho más pero el destino se lo llevó en la plenitud de su producción. Se recuerdan los cuentos recopilados en el volumen, “Todos estábamos a la espera”; su novela “La Casa Grande”; su producción juvenil de 1944-1955 (“En el margen de la ruta”), buscada y recopilada con minuciosidad de relojero por el francés Jacques Gilard y reimpresa recientemente por Julio Olaciregui; pero además, todo el resto de su obra, en antología, con selección y prólogo de Daniel Samper Pizano.

Afortunadamente, gracias a estos seguidores y buenos investigadores, las páginas de  Cepeda Samudio no se las llevó el viento como ocurría con sus desordenados cabellos. Caribe y barranquillero, de risotadas y desfachatez que siempre la acompañaba con cerveza bien fría, como excelente publicista y defensor de Águila y Costeña.

Se fue Cepeda, gran amigo de Gabo, el escritor y el profeta. De eso hace ya cincuenta años… que también han sido de soledad.

MICROLINGOTES

¿Será que entre Petro y Lafaurie hicieron una vaca?

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¿Quién ordeña a quién?

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Hay quienes piensan que Armandito Benedetti aun no está Maduro para embajador.

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El impuesto a las pensiones le está sacando canas a la procuradora Cabello.

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Blinken se puso de ruana el tratado de extradición.

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Hay quien para lavar dólares, USA la tina.

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 (Tomado de El Espectador) 

*Abogado*Historiador*Periodista