Diario del Cesar
Defiende la región

“Aclaren que mi padre no era guerrillero”

ABELARDO, HIJO DE ASESINADO COMO ‘FALSO POSITIVO’

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Las audiencias de Reconocimiento realizadas por la Jurisdicción Especial para la Paz, en Valledupar, en la cual 12 comparecientes exintegrantes del Batallón de Artillería Nº 2 La Popa, pidieron perdón a las víctimas de los ‘falsos positivos’, también se escucharon crudos relatos de los pueblos kankuamos y wiwa, uno de los más afectados en el Caribe colombiano.

Una de las intervenciones fue la de la lideresa kankuama, Sibeles Villazón, quien ante los magistrados y los exmilitares, le contó a Colombia que en la época en la que sucedieron los crímenes, el Ejército, sembró odio, dolor, tristeza y la agonía de la juventud que hoy todavía existe en el resguardo.

“Nosotras las mujeres kankuamas estamos a cada instante invitando a las demás mujeres de la Sierra a que nos unamos para sanarnos juntas”.

Uno de los más duros momentos fue cuando relató que las kankuamas fueron amenazadas por denunciar ante la institución que, “estaban tocando a nuestras niñas y a nuestras jóvenes, porque estaban tocando a las mujeres que es lo más sagrado que tiene el pueblo indígena”.

También refirió de la importancia de sanar el territorio, la tierra, la madre naturaleza como lo es la Sierra Nevada de Santa Marta.

“En nuestro cuerpo está la Sierra Nevada de Santa Marta. Estas afectaciones que ustedes le hicieron al agua, esos caminos donde anduvieron, hay que darles la profundidad espiritual,. Hay que darle el alcance a lo que significó darles bombazos a nuestros cerros”, dijo Villazón a los comparecientes.

Otro de los testimonios escuchados fue el de Abelardo Daza, hijo de Juan Nehemías Daza, indígena kankuamo asesinado en el 2002, al señalarlo de guerrillero luego de que estuvieran haciendo actividades de campo.

“Él no traía armas, simplemente traía una mochila y dos limones”, dijo Abelardo.

Dijo que en ese entonces en su propio pueblo eran perseguidos, “No podíamos hablar. Los apellidos Arias, Oñate, Daza, éramos como los malos del pueblo, porque fuimos señalados. Quiero que el compareciente Lora aclare y diga que mi papá no era ningún guerrillero y que él dio la orden de quitarle la vida”.

LOS RESPONSABLES

El compareciente teniente (r) Carlos Andrés Lora Cabrales, a quien la JEP, luego de las investigaciones le atribuyó la responsabilidad del 40% de los crímenes documentados en el Auto 128 del subcaso, región Caribe, siendo el comandante de la compañía Trueno.

El teniente (r), inició su testimonio enviando un mensaje a Carlos Iván Cáceres, quien nació el día de la muerte de su padre. “Quiero que sepan que he llevado por mucho tiempo esta cruz y sé el daño causado a esta familia”.

Refirió que años después entendió que el grupo militar al que perteneció fue creado para asesinar personas, por órdenes del coronel (r) Hernán Mejía.

También relató cómo fue el asesinato de Juan Daza, padre de Abelardo.

“Efectivamente Juan Daza no era ningún guerrillero, él venía de enseñarles a sus hijos el trabajo del campo», relató Lora. Igualmente aclaro qué el asesinato no fue el 7 de agosto de 2007, sino la tarde del 6. Yo ordené que le dispararan y nunca intentó escapar”, puntualizó.

Cabe recordar que en este auto 128 de la JEP se pudo conocer que el Batallón La Popa es el responsable de 127 muertes extrajudiciales dadas en falsos combates, ocurridas en 71 crímenes. Por ello son 15 exmilitares los imputados, de los cuales 12 han aceptado su responsabilidad, mientras que otros tres se niegan.

Por ello serán sometidos a un trámite adversarial que de ser vencidos en juicio enfrentarán penas de hasta 20 años de cárcel.