Diario del Cesar
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Nacional, a cambiar de estrategia

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El principal objetivo este año de Atlético Nacional, que era el de avanzar a la fase de grupos de la Copa Libertadores y después ser protagonista, se esfumó. Más allá de la derrota en la serie 4-2 con el Olimpia de Paraguay, hay muchos factores que desencadenaron la temprana eliminación, por lo que vale la pena hacer un recuento. 

Todo inició con la llegada de Emilio Gutiérrrez a la presidencia del club y sus primeras decisiones. Gutiérrez arribó y tras la salida del técnico Alexandre Guimaraes se la jugó por Alejandro Restrepo, que también hacía parte del cuerpo técnico del brasileño junto con Juliano Fontana, como asistentes, y tenían responsabilidad en el fracaso de ese proyecto.

En su momento, el analista Juan José Peláez dijo que quien fuera nombrado tenía que tener criterio, experiencia, liderazgo, conocimiento. “Nacional siempre se distinguió por ser un equipo con equilibrio y debe recuperarlo, y eso lo debe entender el entrenador que llegue”, fueron sus palabras.

Referentes como Luis Alfonso Fajardo y Francisco Foronda también hablaron sobre lo que necesitaba el equipo en la dirección técnica. “Tiene un libreto y requiere técnicos y jugadores que lo interpreten bien. Por ejemplo, me pregunto cuántos antioqueños han salido de las divisiones menores en los últimos años y que hayan triunfado con el club”, dijo “El Bendito”.

Por su parte, Foronda también advertía de la situación: “Nacional no puede seguir en la tónica en la que va, es uno de los dos equipos con mejor nómina en el país y necesita un técnico que le dé orden para recuperar su filosofía de juego, para que sea un elenco que trate bien la pelota, y los jugadores deben entender la institución que están representando”.

Al clamor de esos referentes también se sumaba el de la hinchada, pero los directivos, haciendo caso omiso a las sugerencias, ratificaron a Restrepo en el cargo.

Después acercaron a René Higuita y a Francisco “Pacho” Maturana al proyecto para que “cobijaran” al joven entrenador, pero ni ellos tuvieron claras sus funciones. “Si en algún momento voy a ser útil, pues bueno, díganme cuáles son las funciones que voy a cumplir, porque yo tengo un caminar, y amigos que me pueden dar pistas para emitir un juicio con validez, que me permita confrontar y sentir que estoy sirviendo para algo”, dijo  Maturana en una entrevista publicada el 5 de enero. Así que vincular a Higuita y a Maturana, y no aprovecharlos, fue otro desacierto.

Siguió el tema de los refuerzos. En aquel momento, este diario hizo un sondeo con varios técnicos, entre los que se incluyeron Hernán Darío “Bolillo” Gómez, Óscar Héctor Quintabani y Luis Fernando Suárez, quienes fueron campeones con la institución.

Todos coincidieron en que el plantel necesitaba un portero de mayor categoría a la de Aldair Quintana y Kevin Mier. Sin embargo, directivos y cuerpo técnico, de nuevo, se hicieron “los sordos” y salieron a decir que esa posición estaba bien cubierta. También se les sugirió la presencia de un lateral derecho por los altibajos de Yerson Candelo y sus constantes lesiones, una vez más hicieron caso omiso. De igual manera, los expertos y la afición pedía un delantero de peso que le peleara la posición a Jéfferson Duque, pero fue otro consejo que desecharon.

El último pecado fue despedir a Alejandro Restrepo antes del duelo de vuelta con Olimpia. Aunque el malestar con él era generalizado, aún tenía la oportunidad de darle la vuelta a la serie y nada perdían los directivos esperando que dirigiera este partido y, si quedaba eliminado igual podían tomar la decisión de sacarlo. Nuevamente se apresuraron.

Hay mucho por revaluar para lo que queda del año, porque con la inversión que se hizo (casi 4 millones de dólares), solo el título de Liga, que no se consigue hace 5 años, puede servir como paliativo para luego intentar protagonismo internacional. Queda mucho trabajo por delante