Diario del Cesar
Defiende la región

En clínicas de Valledupar orarán por los enfermos y el fin de la pandemia

230

POR: NINOSKA REYES URDANETA

De 1 al 7 de octubre, la Diócesis de Valledupar, a través de la Delegación Diocesana de Pastoral de la Salud, llevará a cabo El Sitio de Jericó por los Enfermos, una experiencia de adoración y encuentro personal con Dios en el Santísimo Sacramento de la Eucaristía.

El presbítero Eráclito Chaparro Chaparro, delegado Diocesano de Pastoral de la Salud explicó que “esta será una jornada de oración ininterrumpida durante 7 días las 24 horas en las parroquias de la Diócesis, cuya petición central es pedirle a Dios nos conceda la sanidad en este tiempo difícil de la historia”.

En cada parroquia será esa ciudad de Jericó, donde encontraremos el gran regalo que Dios concede a quien lo busca, para que derrame la gracia de la conversión y podamos derribar las murallas que ocasionan la enfermedad.

Asimismo, el clérigo informó que esta experiencia se llevará a las diferentes clínicas de Valledupar, donde fue asignado un sacerdote y un día para la celebración del sacramento de la eucaristía por los enfermos.  Se pedirá por el fin de la pandemia Covid-19, por a sanación de todas las enfermedades, por el personal sanitario en salud y cada una de las intenciones particulares.

Las eucaristías se realizarán en horas de la mañana en la Clínica Santa Isabel, Clínica Simón Bolívar, Hospital Rosario Pumarejo, Hospital Eduardo Arredondo, Clínica Sohec-Centro, Clínica Cardiovascular, Clínica Alta Complejidad, Clínica Valledupar, Clínica Arenas, Clínica del Cesar, Clínica Buenos Aires, Clínica Santo Tomas, Clínica Erasmo, Clínica Laura Daniela y la Clínica Médicos S.A.

El nombre del Sitio de Jericó se toma del relato bíblico de cómo Josué, que guiaba a los israelitas tras la muerte de Moisés, encabezó la milagrosa toma de la ciudad de Jericó, tras derribar los muros que cubrían la ciudad después de rodearlos por siete días (Aciprensa 2020).

Para los cristianos, el sitio de Jericó es la experiencia de la adoración y la oportunidad para acercarnos humildemente al Señor Dios en la Eucaristía, de manera ininterrumpida durante 7 días y 7 noches, en los que se alaba, bendice, agradece y se elevan plegarias a Dios pidiendo por todas las necesidades de la sociedad.