De “positivo” y sin necesidad de suspensión del encuentro, calificaron las autoridades el desarrollo del encuentro que se vivió en Valledupar entre Cali y Tolima, el cual se disputó en el estadio Armando Maestre Pavajeau la tarde del viernes.
A pesar de que antes del compromiso un grupo reducido de jóvenes intentó sabotear la realización del mismo, el secretario de Deportes, Régulo Pineda Arregocés indicó que esto pudo ser controlado. “Se trataron de armar algunas revueltas pero fueron bien controladas por policía nacional”, indicó el funcionario.
Contrario a lo sucedido a las afueras del escenario deportivo, en el mercado público, a unas cuadras de la sede del juego, un grupo de vándalos incineraron una motocicleta de la Policía Nacional.
Por este hecho, una persona fue capturada y judicializada por el delito de daño a bien ajeno con circunstancias de agravación por recaer sobre bien público.
A nivel de orden público, el conato de disturbio, dejó a ocho jóvenes conducidos por procedimiento de policía a quienes se les aplicó comparendo por realizar comportamientos contrarios a la convivencia contenido en la ley 1801/2016.
Cinco menores de edad fueron trasladados y puestos a disposición del defensor de familia para el restablecimiento de sus derechos.
Por su parte, el presidente de la Dimayor, Fernando Jaramillo, aseguró que “Valledupar cumplió con una logística y hubo un buen comportamiento general de los ciudadanos que permitieron el normal desarrollo del encuentro deportivo”.
En redes sociales, también se pronunció el alcalde de Valledupar, Mello Castro, quien escribió que: “Nuestra amada ciudad, Valledupar, fue sede de un encuentro decisivo del fútbol profesional colombiano entre Cali y Tolima. Volvió a rodar el balón en el país y fue en nuestra tierra, llevando emociones a los aficionados. Las puertas quedan abiertas para una próxima oportunidad”.