Por:
LUIS CARLOS
GÓMEZ DÍAZ
Una Policía decidida contra el delito, pero cercana al ciudadano.
Esa es la forma como el general Jorge Luis Vargas, director general de la Policía, explica el objetivo de los cambios que se vienen trabajando en la institución para fortalecer su capacidad de investigación y de control del delito, pero también para que los ciudadanos confíen más en ella.
No son solos los 33 mil policías más en las calles, que anunció esta semana el presidente Iván Duque, sino que hay otros ajustes de fondo en la estrategia y en la filosofía con la que opera la entidad. Uno de los que se estudia es un cambio en los uniformes, no solo por usar otro color, sino para destacar la naturaleza civil de la institución y aplicar estándares internacionales.
Para evitar que se produzcan abusos por parte de algunos miembros, el general revela igualmente que se está trabajando en una estandarización y certificación de los procedimientos para todos los policías, que evite actuaciones arbitrarias.
Así explica los cambios que se vienen dando.
El Presidente anunció esta semana 33 mil nuevos policías en las calles del país. ¿Eso en qué tiempo se va a reflejar en las ciudades? ¿Cómo va a ser ese proceso?
10.500 nuevos policías se van a incorporan durante todo este año. En abril, agosto y diciembre. Otros 10.500 van a entrar también en abril, agosto y diciembre del próximo año. Eso es lo primero. Lo segundo, vamos a incorporar 15 mil auxiliares para este año, para temas de convivencia y reactivación de las comunidades a partir de la llegada de los muchachos a los colegios y universidades y también para brindar seguridad. En Bogotá se van a incorporar 4 mil. En el resto del país, comenzamos ya proceso de incorporación.
De igual manera, vamos a hacer en un estudio previo, para ver si nos alcanza para que unos 7 mil policías, que están cumpliendo labores administrativas, salgan también a la calle. No es que estén mal utilizados, es que no tenemos funcionarios de apoyo y queremos que las alcaldías y gobernaciones contraten ojalá policías retirados, o gente experta para que los remplacen y podamos sacarlos para que nos ayuden a la vigilancia en todo el país.
¿Tienen ya el cálculo de cómo va a ser la distribución por ciudades? ¿Cómo se va a acordar con alcaldes y gobernadores qué tareas van a cumplir?
El señor Ministro de la Defensa me ordenó que empezara a tomar contacto con gobernadores y alcaldes para coordinar precisamente temas de apoyo a la Policía, hacer consejos de seguridad en el ánimo de determinar cuáles son los puntos focales de necesidades y esa construcción es la que estamos haciendo en este momento. Fundamental Cali, Medellín, Barranquilla, Cartagena, Bucaramanga, Cúcuta, Antioquia, Valle, Pereira y el Cauca.
Va a haber una distribución muy importante de policía judicial, investigadores criminales. Tomamos la decisión con el cuerpo de mando directivo de la Policía Nacional de que los policías que salen en septiembre, 2.300, todos van para investigación criminal e inteligencia en el país. Eso es una gran noticia, es una decisión que por primera vez la policía nacional toma en su historia.
¿Este aumento de pie de fuerza va acompañado de un cambio de estrategia?
Primero, comenzamos con el cronograma, que espero tenerlo al finalizar la otra semana, de la puesta en marcha del nuevo modelo de vigilancia por cuadrantes. Dos, una nueva metodología de planeación del servicio, para horas y puntos calientes. Tres, mayor énfasis en la investigación criminal y las finanzas criminales. Cuatro, mayores golpes a las ollas de microtráfico. Cinco, mayor extinción de dominio a bienes de las organizaciones criminales locales (ir por los carros, ir por las casas).
Qué esperan ustedes en términos de resultados, cómo debería reflejarse esto en una reducción del crimen que se presenta en la calle.
Quiero decirle que en este gobierno tenemos las reducciones más importantes en la criminalidad de los últimos años. La orden del presidente Duque es dar golpes a las cabecillas principales de las organizaciones (Jesús Santrich, Iván Márquez, Otoniel, El Paisa, Iván Mordisco), pero mantener las cifras contra el delito común. Este año comenzamos muy bien. Todos los delitos van a la baja. Hurto, lesiones personales, extorsión, todo va a la baja
Nos preguntan por qué si las cifras están bien, nos sentimos inseguros. Bueno, ese es un problema del mundo, la pandemia, la pérdida de empleo de las personas, las muertes que han ocurrido, ha generado un pesimismo enorme y a pesar de que las cifras objetivamente son muy buenas, la gente siente que las cosas van mal. Ese es el reto, de cómo transmitimos confianza. Esperamos lograrlo con los cambios que estamos haciendo.
¿Cómo es el cambio que están buscando en los colores de los uniformes y las patrullas? ¿Cuál es el objetivo de ese cambio?
Son razones de peso, muy grandes. Casi todas las policías en el mundo tienen colores o azul o negro: Estados Unidos, del Reino Unido, en Europa. Estamos buscando esos estándares. Acuérdese que la policía por naturaleza es civil. Lo del uniforme está en evaluación, pero esos estándares universales, creo que nos pueden ayudar a acercarnos al ciudadano. Además, es con la misma tela, con las mismas características técnicas, quiere decir que hay cero costo. Pero lo estamos estudiando muy bien, para que el ciudadano sienta que hay una policía que cumpla con su función, decidida contra el delito, pero muy cercana al ciudadano
Noto que en ese cambio, que aparentemente sería solo de color, hay cierto cambio de filosofía sobre cómo debe ser percibida la policía por el ciudadano.
Ese también es el fondo, cómo el ciudadano nos percibe. Tenemos que buscar un cambio no solamente en la actitud del policía, sino cómo nos ven físicamente. En eso estamos. Estamos haciendo consultas a expertos, estamos llamando a varios países, esto es un ejercicio juicioso que estamos haciendo. No podemos improvisar con la seguridad de los colombianos.
¿Y cómo es el cambio de los vehículos?
Esa sí ya es una decisión tomada. Los carros de emergencia de Policía, universalmente, son muy visibles, tienen unas franjas verde limón y rojo fosforescente para que sean ubicados muy rápidamente. Lo que queremos es que sean muy visibles ante los ciudadanos, que sea rápidamente identificada al responder ante la emergencia. Esto va a ser gradual, vamos a contar con el acompañamiento de las Alcaldías para que nos ayuden con los costos, y todo tiene un cronograma de cumplimiento. También es un cambio de filosofía en la respuesta: siempre estamos de servicio.
La otra decisión importante es que tomamos es que había unos carros que cumplían unas funciones administrativas, que estaban de civil, esos carros los vamos a uniformar para que salgan a la calle a prestar el servicio de policía, que es lo que necesitamos. En estos momentos de pandemia, cuando no hay recursos, tenemos que lograr que la mayoría de los recursos estén en la calle.
Es decir, una Policía en las calles
Ese es el reto. Es la instrucción del señor Presidente, la policía tiene que estar en la calle, tenemos que estar vigilando, patrullando, investigando crímenes, recolectando información para producir los grandes golpes contra los criminales en las ciudades.
¿Qué cambios se van a incorporar en la formación para evitar casos de abusos policiales como los que se han presentado?
Esta es una policía enorme. 154 mil policías. Realmente son pocos los que cometen actos por fuera de la ley, pero un solo acto fuera de la ley nos preocupa. Mucho énfasis en respeto a los derechos humanos, en cercanía al ciudadano, en la atención, saludar y ser cercano. Vamos a empezar un tema de estandarización y certificación de los procedimientos para todos los policías. Eso quiere decir que tenemos que actuar dentro de un marco normativo muy específico, de manera que nos permita que el uso de la fuerza sea gradual y certificado, que el funcionario que no aplique ese marco estará cometiendo una infracción.
Frente a la advertencia sobre un supuesto atentado del ELN, qué se viene haciendo para evitarlo?
El señor presidente, hace dos días, en la reunión del Centro Integrado contra el Terrorismo nos impartió instrucciones a las Fuerzas Militares y a la Policía, primero, para que recolectemos información, con el ánimo de verificar o desvirtuar esa información, dos, realizar todas las actividades de contención y prevención en las ciudades, puestos de control, tomar contacto con empresas de vigilancia privadas, hacer consejos de seguridad, tomar medidas con las secretarias de Gobierno y del Interior, frente a los puntos críticos en las ciudades, revisar las alertas y los riesgos sobre instituciones que están priorizadas, mayor número de actividades de control en las calles y por supuesto arreciar y tener muchísimas operaciones contra estos narcodelincuentes del ELN. /Colprensa