Diario del Cesar
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Nueve detenidos murieron calcinados en una Estación de Policía de Soacha

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Los hechos ocurrieron en la Estación de Policía de San Mateo, ubicada en la calle 30ª con carrera 6 Este Soacha, cuando varios privados de la libertad, le prendieron fuego a una cobija en protesta por la negativa de visitas.

El concejal Diego Cancino denunció que cinco días antes de que el país despertara con la terrible noticia de que Javier Ordóñez había sido asesinado a golpes en un CAI en Bogotá, 20 familias en el municipio de Soacha vivían otra tragedia.

 “En una escena dantesca fueron testigos de cómo sus seres queridos se quemaban en una pequeña estación de policía del sur de la ciudad, bajo sus gritos, sus súplicas y su total impotencia”, relataron familiares de las víctimas.

Contó Cancino que el 4 de septiembre, en la estación de policía de San Mateo, ubicada en la calle 30ª con carrera 6 Este de Soacha, hacia las dos de la tarde, en un viernes de visita, 20 hombres, sobre todo jóvenes, privados de la libertad, le prendieron fuego a una cobija en protesta por la negativa de visitas.

Ese día, murió uno de los reclusos, pero 11 más resultaron lesionados por el incendio del que salieron muy quemados y fueron falleciendo uno a uno, durante la semana siguiente, hasta llegar al número de nueve, le dijo el cabildante a El Tiempo.

El concejal Cancino, también dijo que habló con varias mujeres, madres, hermanas, compañeras de algunos de los 9 reclusos que fallecieron a causa de las quemaduras de 1.° y 2.° grado en el 90 % de sus cuerpos y dijo que sus testimonios son desgarradores.

TESTIMONIOS DE FAMILIARES

Parte de estos testimonios son, aclaró: “No hicieron nada, los dejaron morir como perros, sin ninguna empatía”, “Ojalá se quemen esas gonorreas”, “Dejen que se quemen esas ratas”. Según el cabildante, esto les dijeron a las familias, incluidos niños pequeños, que veían la escena con angustia afuera de la estación.

“Había más de 20 policías y ninguno hizo nada por ayudarlos, ninguno hizo nada para que los muchachos no se quemaran. (…) No se les dio la gana. La policía lo que hizo fue cruzar sus manos y dejar que el fuego se propagara. Nosotros comenzamos a romper vidrios, quitamos las rejas, hubo familiares que entraron con extintores y apagaron el fuego, pero ya era demasiado tarde porque los muchachos se quemaron”, dijo una de las mujeres que perdió a su hijo.

De acuerdo con el concejal Cancino, las familias denunciaron que los muchachos venían expresando su inconformidad debido a los tratos crueles que estaban sufriendo en su detención. “Les pegaban, los dejaban sin comer, les quitaban los implementos de aseo y a veces les votaban la comida que llevábamos”, dijeron.