Diario del Cesar
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San José de Oriente invadido por los caracoles africanos 

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Como una plaga, así lo califican los habitantes y productores del corregimiento de San José de Oriente, municipio de La Paz, la presencia masiva de caracoles africanos que están acabando con los cultivos y plantas en la zona, por lo que claman la ayuda de las autoridades ambientales en vista del peligro que representan para el territorio.

Delibeth Ardila, habitante de San José de Oriente y miembro de la Asociación Guardianas de Paz y Ambiente, manifestó que el problema ha estado presente en el corregimiento desde el año 2017, cuando el caracol invadió el sector conocido como La Carreterita y el barrio La Mochila, pero ahora se ha duplicado en todo el corregimiento.

Explicó, que en la primera oportunidad, se hicieron jornadas de recolección con Corpocesar y otras dependencias ambientales, pero la asociación ha carecido de recursos y materiales para erradicarlos, lo que permitió que se duplicaran, especialmente en la época de invierno.

“El caracol está presente en todo el territorio, es como una invasión que llegó a los cultivos, a los patios de las residencias, huertos caseros, calles y hasta los jardines. Sentimos mucho temor y no sabemos cómo enfrentar el problema”, afirmó Ardila, quien agregó que esta situación tiene angustiada a la comunidad, ya que en San José de Oriente residen campesinos productores de café, cacao, plátanos, maíz, y frutas.

Explicó que la baba que suelta el caracol, está pudriendo las plantas, les causa la muerte y temen un problema de salud pública en la localidad, ya que se reportan personas  con afectaciones en la piel por la rápida multiplicación de la plaga omnívora y hermafrodita.

Resaltó la vocera de la Asociación Guardianas de Paz y Ambiente, que el temor reina entre los campesinos de la zona veredal, quienes exhortan a buscar alternativas para evitar que estos animales lleguen a los cultivos de mayor extensión, ya que San José de Oriente es una de las despensas agrícolas del departamento del Cesar.

Carlos Ciro, productor de maracuyá, manifestó que sus cultivos están altamente afectados por la presencia del caracol. Cuenta con diez hectáreas cultivadas y a la fecha registra una afectación del 50%, por lo que exhorta a las autoridades ambientales a intervenir el lugar y buscar soluciones antes que sea demasiado tarde.

 “En mi caso me toca recoger el cultivo con sumo cuidado, pero es casi imposible, la mayoría están afectadas y por donde tocamos están los caracoles que representan un riesgo para la salud”, afirmó.

En tal sentido, habitantes del corregimiento de San José de Oriente, piden ayuda al ICA, como autoridad encargada del control de plagas, y a Corpocesar para buscar alternativas que permitan erradicar la presencia del caracol en la zona.

LA META ES ERRADICARLOS 

Marino Zuleta, médico veterinario de Corpocesar y especialista ambiental, informó que la corporación en varias ocasiones ha visitado el corregimiento de San José de Oriente por presencia del caracol africano, para lo cual se han socializado las medidas de erradicación y la forma de evitar su proliferación

Explicó que la proliferación de estos moluscos se da en época de invierno, pueden durar enterrados entre 4 y 6 meses. En tiempos de lluvia salen a alimentarse y pueden producir un mínimo de 50 y un máximo 400 huevos, de allí su capacidad de reproducción.

El funcionario manifestó, que lo primero que debe hacer la comunidad es oficiar a Corpocesar, para articular el trabajo con la Secretaría de Salud Municipal y en conjunto llevar a la comunidad, jornadas de capacitación sobre el manejo y recolección del caracol.

El molusco está presente en todo el departamento del Cesar, se han realizado visitas especialmente en La Paz, Aguachica, Agustín Codazzi y en los barrios La Nevada y La Popa en Valledupar.

SOBRE EL CARACOL AFRICANO 

El caracol gigante africano (Achatina Fulica) es reconocido a nivel mundial como una de las 100 especies exóticas invasoras más dañina en el mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Se trata de un molusco invasor que devora cultivos y jardines, además de ser un foco transmisor de parásitos que afectan la salud humana.

Para el manejo del caracol gigante africano, se recomienda no tocarlos y evitar el contacto con la baba, especialmente en ojos, nariz y boca; no consumir, ni manipular productos de caracoles que no están autorizados por las autoridades competentes, verificando la procedencia de estos.

No utilizarlo como carnada, mascota o adorno, eliminar de los jardines restos de madera, tejas y ladrillos o elementos que puedan ser utilizados como refugio por el caracol.

En caso de ser necesario, tomar los caracoles con guantes impermeables, tapabocas y colocarlos en una bolsa, meterlos en agua con el agregado de sal común y enterrarlos. Los guantes utilizados deben ser desechados.