No hay dudas que será un duro golpe para los niños, el no salir a pedir dulces en su clásica fecha de Halloween. Y todo por cuenta de la pandemia de coronavirus. Por ello, el ministro de Salud, Fernando Ruiz, expresó su preocupación por el riesgo de contagio de covid-19 que puede presentarse en la celebración de Halloween el próximo 31 de octubre.
Ruiz enfatizó en que no debe haber ninguna fiesta durante la jornada, ni de niños ni de adultos, pues estas celebraciones y reuniones son la causa de mayores contagios en otros lugares, como ocurrió en Europa.
El ministro también aseguró que están prohibidos los recorridos para recoger dulces en centros comerciales, en las calles o en los conjuntos residenciales.
“Esto tiene un efecto muy negativo, en el sentido en el que se generan lo que llamamos ‘supercontagiadores’, es decir, personas que van pasando de un lugar a otro -posiblemente asintomáticos- y en este transcurrir de una casa a otra va contagiando personas”, aseguró el líder de la cartera de salud.
Ruiz explicó que cada alcalde tomará la decisión de decretar toques de queda si se evidencian situaciones que ameriten la medida en medio de la celebración de Halloween.
El ministro recordó que Colombia está bajando en su curva epidémica, pero todavía es una disminución frágil, por lo que son claves el cuidado y la responsabilidad, evitando fiestas y celebraciones por algunas fechas puntuales.
Historia de Halloween
La verdadera historia del Halloween contempla el viaje de esta tradición desde las lejanas costumbres celtas hasta las más modernas tradiciones americanas. Fue después de la Guerra Civil americana, a partir del año 1840, cuando los inmigrantes irlandeses exiliados en América empezaron a celebrar el Halloween. De esa época data la curiosa leyenda de Jack O’Lantern, el irlandés tacaño y astuto que se encontró con el propio diablo y lo atrapó con una cruz, la noche del 31 de octubre.
El primer desfile de Halloween se celebró en Minnesota en 1921, pero la fiesta no se popularizó hasta bien entrada la década de los setenta. La celebración del Halloween fue fundamental en la integración de la población inmigrante irlandesa en el territorio norteamericano. Tanto caló la celebración de la noche del 31 de octubre, que pronto pasó a formar parte de las más típicas costumbres del país. Una de las tradiciones que formaban parte de la celebración del Halloween para los niños europeos, era tallar huecos en los nabos, para usarlos como lámpara, con una vela dentro.
En territorio norteamericano esta tradición se perfeccionó. Se cambiaron los pequeños nabos por las grandes calabazas. Se agujerearon con gestos faciales, y así se creó uno de los símbolos más típicos y emblemáticos de esta festividad. Pero desde el origen de Halloween hasta la actualidad, esta tradición ha pasado por diferentes etapas. Una de las más llamativas en la historia, es su faceta rebelde y agresiva. Fue durante la Gran Depresión de los Estados Unidos, cuando los niños y jóvenes de aquella época comenzaron a radicalizar la celebración de Halloween.